La política española se ha enfocado en Venezuela durante dos décadas, particularmente en los últimos 10 años desde el surgimiento de Podemos. El Partido Popular (PP) ha utilizado a Venezuela como un arma contra la izquierda, buscando retratarla como simpatizante del régimen bolivariano.
La figura de Hugo Chávez
La llegada al poder de Hugo Chávez en 1998 fue un punto de inflexión en las relaciones entre España y Venezuela. Chávez, un duro crítico de las políticas neoliberales, implementó un programa de nacionalizaciones que afectó a grandes empresas españolas como Repsol y BBVA. Su retórica antiimperialista lo convirtió en un blanco fácil para la derecha española, que lo veía como una amenaza para sus intereses económicos.
El papel del PSOE
A pesar de las críticas del PP, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha mantenido una postura más pragmática hacia Venezuela, en línea con la posición de la Unión Europea. El PSOE reconoce las preocupaciones sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela, pero también destaca la importancia de mantener canales de diálogo con el gobierno de Nicolás Maduro.
Las acusaciones contra Podemos
Podemos ha sido blanco de acusaciones de simpatía por el régimen bolivariano, particularmente debido a los vínculos pasados de algunos de sus líderes con el gobierno de Chávez. El PP y Vox han acusado repetidamente a Podemos de recibir financiación ilegal de Venezuela, aunque estas acusaciones no han sido respaldadas por pruebas. La guerra sucia de la cúpula de Interior en la etapa del PP incluyó supuestamente la extorsión a políticos venezolanos para que informasen sobre la supuesta financiación ilegal, que ha quedado en nada en los tribunales.
La influencia de la diáspora venezolana
Madrid se ha convertido en una de las capitales mundiales de la diáspora venezolana, con cerca de 68.000 inmigrantes del país caribeño. Esta comunidad incluye a destacadas figuras políticas y empresariales, lo que ha llevado al PP y a Vox a competir por ganarse el favor de la derecha venezolana. Este interés ha contribuido a mantener viva la polémica en torno a Venezuela en la política española.
El caso Delcy Rodríguez
El encuentro en 2020 en el Aeropuerto de Barajas entre el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, que tenía prohibido el acceso a la UE, ha alimentado aún más las acusaciones de connivencia del gobierno español con el chavismo. El PP y Vox han utilizado este incidente para sugerir que el gobierno pudo haber recibido favores a cambio de permitir la entrada de Rodríguez en España.