El intenso calor puede resultar incómodo y provocar fatiga y malestar pero, además, puede influir negativamente en la salud, causando deshidratación, hipertermia o incluso afectar la presión arterial. Por ello, es fundamental mantener una temperatura agradable en el hogar para garantizar el bienestar físico durante las calurosas épocas del año.

Ventilador o aire acondicionado: ¿cuál consume más energía?

Tanto los ventiladores como los aires acondicionados repercuten en el consumo de electricidad, lo que se refleja en las facturas del servicio eléctrico. Por ello, la elección de uno u otro dispositivo debe considerar tanto el confort como el impacto económico.

Según datos del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), un ventilador de pie consume 90Wh por hora, mientras que un aire acondicionado puede llegar a consumir 2.153 Wh (un equipo de 4.500 frigorías), es decir, unas 20 veces más de energía. Esto se debe a que el aire acondicionado realiza un proceso más complejo: además de mover el aire, enfría el espacio mientras extrae el calor del ambiente.

Además del consumo de energía, es importante tener en cuenta otras variables que repercuten en la factura de electricidad al elegir un ventilador o un aire acondicionado:

  • Tipo de ventilador: Los ventiladores de techo son más eficientes que los de pie, ya que su diseño y ubicación permiten mover más aire de manera más efectiva y consumen solo 60 Wh por hora.
  • Velocidad: A mayor velocidad, mayor será el consumo energético del aparato.
  • Potencia: Los equipos más potentes consumen más energía por hora de funcionamiento. En el caso de los aires acondicionados, los de mayor capacidad (medida en frigorías) requieren más energía para enfriar grandes espacios.
  • Mantenimiento: Un equipo limpio y en buen estado funciona de manera más eficiente, contribuyendo al ahorro de energía.
  • Tiempo de uso: Cuanto más tiempo esté en funcionamiento el aparato, mayor será el consumo. Para ahorrar, lo ideal es no encenderlo si no es realmente necesario.
  • Temperatura: Ajustar la temperatura a niveles más bajos incrementa el consumo energético del aire acondicionado.
  • Eficiencia energética: Los equipos de aire acondicionado con mayor eficiencia energética (indicada por el valor SEER) consumen menos electricidad.
  • Condiciones climáticas: Las altas temperaturas y la humedad exterior aumentan el esfuerzo del equipo, incrementando también su consumo.
  • Tamaño del ambiente: Es importante seleccionar un equipo adecuado al espacio que se busca refrigerar. Un equipo de aire acondicionado pequeño en un espacio grande tendrá que trabajar más para enfriarlo, lo que aumentará el consumo.
  • Aislamiento térmico: Si el ambiente está bien aislado, el aire acondicionado requerirá menos esfuerzo para mantener una temperatura agradable.
  • Uso de fuentes de calor: La presencia cercana de fuentes de calor, como un horno, obliga al aire acondicionado a trabajar más, lo que eleva el consumo.
  • Ubicación del equipo: Es recomendable instalar los aparatos en lugares sin luz solar directa, ya que esto puede aumentar el esfuerzo y, por ende, el consumo energético.

Conclusión

La elección entre un ventilador y un aire acondicionado depende de la intensidad del calor y de las necesidades de cada persona. Los ventiladores son más eficientes y consumen menos energía, pero solo son efectivos para enfriar espacios cuando las temperaturas no son demasiado altas. Los aires acondicionados son más efectivos y agradables para enfriar ambientes, pero consumen mucha más energía y pueden ser más costosos de operar.

Al considerar todos estos factores, los usuarios pueden tomar una decisión informada sobre qué tipo de dispositivo es más adecuado para sus necesidades y presupuesto.