Potencial transmisión de Alzheimer por tratamiento de crecimiento

Un estudio reciente ha causado alarma en la comunidad médica, revelando que niños británicos tratados con hormona de crecimiento procedente de donantes fallecidos podrían enfrentar un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer precozmente. La investigación, dirigida por expertos de University College London, apunta a la presencia de proteína amiloide beta, un indicador distintivo de la enfermedad de Alzheimer, en las muestras de la hormona almacenadas. Aunque la posible transmisión de la enfermedad es extremadamente rara y se limita a contextos médicos muy específicos, el descubrimiento ha abierto un nuevo frente en la comprensión de la patología de esta devastadora demencia.

El estudio que encendió las alarmas

Entre los años 1959 y 1985, se administró a niños con problemas de crecimiento una hormona extraída de las glándulas pituitarias de cadáveres. Esta práctica se interrumpió cuando se descubrió que podía transmitir un tipo de proteína mal plegada llamada 'prion', responsable de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (CJD), a menudo relacionada con el 'mal de las vacas locas'. Sin embargo, recientes autopsias revelaron acumulaciones de amiloide beta, similares a las halladas en el Alzheimer, en pacientes que habían fallecido por CJD. Esto sugiere una posible relación entre ambas enfermedades y la potencial transmisibilidad del Alzheimer en situaciones extraordinarias.

Implicaciones futuras de la investigación

Los hallazgos del estudio sugieren la necesidad de ser extremadamente cuidadosos con el uso y esterilización de instrumentos médicos. Si bien el Alzheimer no es contagioso en la vida cotidiana ni en la atención médica rutinaria, este descubrimiento abre nuevas rutas de investigación para abordar la enfermedad de una manera más efectiva, con un enfoque en la prevención temprana y la gestión del riesgo en entornos médicos y quirúrgicos.