México vive las elecciones más violentas de su historia

La violencia política en México no cesa. En las recientes elecciones de 2024, se han registrado 36 asesinatos de aspirantes y candidatos de diversos partidos, convirtiéndose en los comicios más violentos en la historia moderna del país, según el informe de la organización civil Causa en Común.

El proceso electoral, que inició en junio de 2023 y culminó el pasado 2 de junio con la victoria de Claudia Sheinbaum, quedará marcado por la impunidad y la inseguridad. El informe de Causa en Común revela que, además de los 36 aspirantes asesinados, también se registraron tres homicidios de candidatos ya electos.

La violencia se concentró principalmente en los estados de Guerrero, con 15 muertes; Chiapas, con 11; y Michoacán, con nueve. De las 32 entidades del país, 17 registraron el asesinato de al menos un político, afectando a todos los partidos políticos.

El Partido del Trabajo (PT) ha sido el más afectado, con el 42% de los homicidios políticos. Le siguen el Partido Revolucionario Institucional (PRI) con el 14,9%, el Partido Acción Nacional (PAN) con el 13,4%, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) con el 7,5%, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) con el 6%, el Partido Encuentro Solidario (PES), Movimiento Ciudadano y agrupaciones locales con el 4,5%, y el Partido del Trabajo con el 3%.

La violencia también se hizo presente en la jornada electoral. Horas antes de la apertura de los centros de votación, fue asesinado Israel Delgado, candidato a síndico por Cuitzeo, Michoacán, del PT. Ese mismo día, la sede del Instituto Nacional Electoral (INE) en Acámbaro, Guanajuato, sufrió un ataque con explosivos, y en Coyomeapan, Puebla, se suspendieron las votaciones por la irrupción de un grupo armado.

El informe de Causa en Común se divulga después de que el Gobierno de México reconociera solo el asesinato de 12 candidatos, negando que hayan sido las elecciones más violentas en la historia del país.

La impunidad que rodea estos crímenes es alarmante y pone en entredicho la democracia mexicana. Es urgente que las autoridades tomen medidas efectivas para garantizar la seguridad de los candidatos y aspirantes políticos, y que se castigue a los responsables de estos actos de violencia.