Los planes de Vox en España: una conexión ultraconservadora entre Europa y América Latina

El partido ultraderechista Vox continúa fortaleciendo sus lazos con los movimientos ultraconservadores de Europa y América Latina. Recientemente, el partido ha acogido en España al Centro por los Derechos Fundamentales, un grupo de expertos húngaro ultraconservador, y ha anunciado su participación en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) que se celebrará en Budapest.

El líder de Vox, Santiago Abascal, mantiene una estrecha relación con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, quien ha sido acusado de socavar los derechos de las minorías y de estrechar lazos con el presidente ruso, Vladímir Putin. La presencia de Vox en la CPAC de Budapest, junto con la reciente apertura de una delegación del Centro por los Derechos Fundamentales en Madrid, sugiere que el partido está buscando consolidar su posición como un actor clave en la red ultraconservadora global.

El papel de Orbán como puente entre Vox y América Latina

Los expertos señalan que Orbán ve a Abascal como un puente hacia América Latina, donde la ola ultraconservadora está ganando terreno. Varios líderes latinoamericanos de derecha, como el expresidente colombiano Andrés Pastrana y el presidente brasileño Jair Bolsonaro, han sido invitados a eventos organizados por Vox en España.

La apuesta de Vox por la reforma fiscal a la húngara

Vox también se está inspirando en las políticas de Orbán en materia económica. El partido ha propuesto una reforma fiscal que reduciría en un 80% el impuesto a las familias numerosas con grandes fortunas, mientras que dejaría sin ayudas a las familias numerosas con ingresos bajos que no pagan el impuesto sobre la renta. Este sistema es similar al implantado por el gobierno ultraconservador polaco en 2019, pero con la diferencia de que el conservadurismo polaco tiene raíces católicas, mientras que el de Orbán es calvinista.

El aislamiento de Orbán en Europa

A pesar de sus estrechos vínculos con Vox, Orbán está cada vez más aislado en la Unión Europea debido a su cercanía a Putin. Cuando los diputados de su partido, Fidesz, abandonaron el Grupo Popular en el Parlamento Europeo, se convirtieron en "no adscritos" al no encontrar acomodo en ninguno de los dos grupos de ultraderecha: Identidad y Democracia, liderado por la francesa Marine Le Pen, y ECR (Reformistas y Conservadores Europeos), de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

Según fuentes cercanas a las negociaciones, Abascal está mediando entre Orbán y Meloni para que los eurodiputados de Fidesz puedan unirse al grupo ECR, que ya no estará dominado por los polacos de Ley y Justicia, que han perdido el poder en Varsovia.

El fortalecimiento de los vínculos entre Vox y los movimientos ultraconservadores de Europa y América Latina es un reflejo de la creciente influencia de la derecha radical en todo el mundo. Estos grupos están aprovechando el descontento con el establishment político y las preocupaciones económicas para promover sus agendas nacionalistas y antiprogresistas.