El sondeo muestra un crecimiento de Vox, impulsado por la ola de triunfo de Trump, mientras que se multiplican las purgas y crece la rebelión interna.

Vox sube en las encuestas
El líder de Vox, Santiago Abascal, viajará la próxima semana a Washington para asistir a la Convención de Acción Política Conservadora (CPAC), un importante foro de la derecha trumpista. Allí se encontrará con figuras como el presidente argentino, Javier Milei, el presidente del Reagrupamiento Nacional francés, Jordan Bardella, y el promotor del Brexit, Nigel Farage. Y, sobre todo, con Donald Trump, con quien mantuvo un breve encuentro en la misma convención en 2024, y a quien no pudo saludar en su toma de posesión, el pasado 20 de enero, a pesar de ser el único político español invitado al evento.
Abascal no rehúye la asociación con Trump. Al contrario, está convencido de que la ola populista llegará a España y le llevará al poder. Las encuestas parecen darle la razón: Abascal, que siempre ha menospreciado a las empresas demoscópicas, presume ahora de que le atribuyen "un 15% de intención de voto y subiendo", cinco puntos más que hace seis meses.

Crecen las tensiones internas
Mientras Abascal mantiene una agenda internacional intensa, Vox se enfrenta a una sangría constante de cuadros intermedios y cargos públicos, algunos purgados por el aparato y otros dimitidos voluntariamente. También se está produciendo una rebelión sin precedentes de afiliados críticos que, por primera vez, han denunciado públicamente la falta de democracia en el partido.
El último conflicto interno tuvo lugar en Sotoserrano, un pueblo de la provincia de Salamanca. El detonante fue un coto de caza adjudicado a una sociedad de cazadores por un precio muy inferior a su valor real. Los dos concejales de Vox se sumaron a una moción de censura promovida por el PP para hacerse con la alcaldía, pero la dirección nacional del partido lo prohibió.

El 28 de enero, un grupo de afiliados de Vox se concentró en la Plaza Mayor de Salamanca para denunciar la falta de transparencia y exigir más participación en las decisiones. Entre los asistentes había cargos públicos de Vox, incluido su único diputado provincial y tres alcaldes.
Tres días después, la dirección del grupo parlamentario de Vox en Castilla y León expulsó a dos de sus procuradores, acusándolos de convocar la concentración. También se expulsó a la portavoz del partido en el Ayuntamiento de Palencia, y dos concejales de Vox en el Ayuntamiento de Salamanca destituyeron a su portavoz por mal uso de fondos municipales.
La crisis de Vox en Castilla y León no ha terminado: el 6 de febrero fue suspendida de militancia la portavoz del partido en el Ayuntamiento de Palencia, y el 10 de febrero, dos concejales de Vox en el Ayuntamiento de Salamanca fueron destituidos por uso indebido de fondos municipales.
Pérdidas en otras regiones
Fuera de Castilla y León, Vox ha anunciado la expulsión de una concejal del grupo municipal de Salou (Tarragona) y de un concejal en Puerto del Rosario (Fuerteventura). En Canarias, cinco concejales de Vox han roto con el partido desde enero de 2024, y una diputada autonómica abandonó el grupo en septiembre pasado, denunciando que el discurso del partido sobre inmigración no respeta los derechos humanos.
Desde que Vox salió de los gobiernos de coalición en varias comunidades autónomas en julio pasado, el partido ha perdido a tres de sus cuatro concejales en Albacete, dos en San Sebastián de los Reyes (Madrid) y Cuarte de Huerva (Zaragoza), y uno en León, Badajoz, Esporles (Mallorca), Hellín (Albacete), Villaviciosa (Asturias) y Villlares de la Reina (Salamanca). También ha perdido un parlamentario autonómico en Baleares.
El futuro de Vox
Los críticos de Vox, tanto dentro como fuera del partido, se han convocado para un encuentro el 22 de febrero en Madrid. En la convocatoria se denuncia que Vox se ha convertido en "un partido opaco, de tintes dictatoriales" y que ha tomado "decisiones inexplicables", como el abandono de los gobiernos autonómicos y el cambio de aliados en Europa.
Las fuentes de Vox descartan que Abascal vaya a rectificar: en noviembre pasado fue elegido presidente del partido europeo Patriots.eu, patrocinado por el primer ministro húngaro Viktor Orbán, y hace una semana, en Murcia, zanjó cualquier debate sobre la ruptura de los ejecutivos autonómicos de coalición con el PP.
"Estoy mucho más orgulloso de haber salido de los gobiernos que de haber entrado", dijo.
A pesar de ser un partido joven, Vox ya acumula un importante número de bajas: Iván Espinosa de los Monteros, Macarena Olona, Rocío Monasterio y Juan García-Gallardo, entre otros.