El presidente de Ucrania cancela su viaje a España y Portugal por la situación en el norte del país

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha cancelado su viaje a España y Portugal, previsto para esta semana, debido a la grave situación interna que afronta el país tras la ofensiva rusa en el norte, que amenaza a Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania.

Visita oficial a España

Zelenski tenía previsto reunirse el viernes con el rey Felipe VI en el Palacio Real de Madrid en lo que iba a ser su primera visita oficial a España, aunque ya estuvo en octubre pasado en Granada en la cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE).

El encuentro con el Rey, que iba a recibir en audiencia a Zelenski en el Palacio Real, según había anunciado La Zarzuela, se enmarcaba en la negociación de un acuerdo en materia de seguridad similar a los que Kiev ya ha firmado con Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Dinamarca o Canadá.

Apoyo militar a Ucrania

El objetivo de este acuerdo es garantizar a Ucrania un apoyo militar sostenido a largo plazo y servir de puente hasta que pueda convertirse en miembro de pleno derecho de la OTAN y la UE.

Las negociaciones para suscribir este acuerdo, que está previsto sea aprobado por el Consejo de Ministros pero no se someta a ratificación del Congreso al no tener categoría legal de tratado internacional, se iniciaron a principios del mes de marzo y ya han concluido, según las fuentes consultadas.

Sánchez y Zelenski hablaron por última vez el pasado 7 de mayo, en una conversación telefónica en la que ambos repasaron la negociación del acuerdo bilateral de seguridad y el primero anunció, en un mensaje a través de una red social, su propósito de acudir a la cumbre por la paz en Ucrania convocada el mes próximo en Suiza.

Compromisos del acuerdo

El acuerdo bilateral de seguridad entre España y Ucrania tiene como objetivo dar estabilidad y previsibilidad al apoyo militar que España ya viene brindando a Kiev a través de la entrega de armamento, la instrucción de más de 4.000 combatientes por el Toledo Training Coordination Center (TTCC) o la atención de decenas de heridos en el hospital militar de Zaragoza.

El pacto compromete a España a prestar a largo plazo asistencia militar, suministrar armamento, colaborar en el adiestramiento de sus Fuerzas Armadas, colaborar al desarrollo de la industria de defensa ucrania o intercambiar información en las áreas de inteligencia y ciberseguridad.

Los acuerdos bilaterales suscritos por Kiev con varios países europeos responden al llamamiento que hizo en julio pasado el G-7, el club de los países más ricos del mundo, en compensación por el hecho de que la cumbre de la OTAN en Vilna (Lituania) diese largas a la petición de ingreso de Ucrania.

Aunque España no forma parte del G-7, se adhirió a su llamamiento y puso en marcha la negociación de un acuerdo que no incluye una garantía de seguridad y asistencia mutua ante una agresión exterior, como el previsto en el artículo 5º del Tratado de Washington, pero sí el compromiso de celebrar, “en caso de un futuro ataque armado ruso” (nada dice de la invasión iniciada por Moscú en marzo de 2022), consultas con Ucrania para determinar “los pasos apropiados a dar”.

Además, España se compromete a mantener las sanciones económicas a Rusia y colaborar con la Corte Penal Internacional (CPI) en la persecución de los crímenes de guerra.

Críticas al acuerdo

Podemos ha acusado al Gobierno de eludir al Congreso en la aprobación de este acuerdo militar que suscribirán los presidentes Zelenski y Sánchez, sin someterlo a la aprobación parlamentaria.

El diputado Javier Sánchez Serna ha denunciado que el Gobierno pretende que “ese acuerdo bilateral sea aprobado exclusivamente por el Consejo de Ministros. De este modo, se usurpa una vez más a esta Cámara la capacidad de debatir y decidir sobre un asunto que tiene gran envergadura para nuestro país, un asunto que compromete a España tanto económicamente como en materia de seguridad”.

Apoyo de España a Ucrania

España se ha apuntado un tanto con el suministro de media decena de misiles Patriot para reforzar la defensa antiaérea de Kiev ante los ataques rusos contra sus infraestructuras críticas.

Aunque se trata de una cantidad muy modesta, las autoridades ucranianas han agradecido la rapidez: los misiles llegaron a su destino pocos días después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, confirmara la entrega, adelantada por EL PAÍS.

En contraposición, buena parte de la ayuda militar anunciada por muchos países puede demorarse semanas o meses, lo que Rusia está aprovechando para ganar posiciones en el frente.