La hermosura de la ciénaga de San Silvestre, un importante complejo cenagoso en Barrancabermeja, Santander, reservorio de aves y hogar del manatí antillano, entre otros, contrasta con lo peligroso que se convirtió defender ese maravilloso ecosistema vivo.

La lucha de los defensores del medio ambiente en Colombia

Wilson Díaz, pescador y defensor de la ciénaga, ha visto comprometida su seguridad por denunciar los impactos ambientales en sus caños. "Vemos que uno hace denuncias sobre el medio ambiente, pero es preocupante porque recibimos amenazas y no tenemos ayuda, ni protección del Estado, entonces estamos vulnerados en nuestros derechos", relató Díaz.

Yuli Velásquez, presidenta de Fedepesan, ha sido víctima de atentados sicariales por denunciar daños ambientales en el Caño Rosario y en la ciénaga de San Silvestre. "Nos estigmatizan por ser esos veedores y mostrar esas realidades que padecemos día a día; por eso sufrimos atentados, amenazas desplazamientos. Se puede decir que defender el agua, que defender el medio ambiente, es sinónimo de muerte en esta ciudad", adujo Velásquez.

Colombia, el país más inseguro para los defensores del medio ambiente

De los 196 asesinatos reportados hacia defensores del medio ambiente en el mundo, en el último año, el 40% ocurrieron en Colombia, según informe de Global Witnees. Laura Furones, investigadora principal del informe, señaló que "Colombia tienen el deshonroso título de ser el país más inseguro para los defensores del medio ambiente".

Amnistía Internacional también ha criticado al Gobierno colombiano por sus políticas públicas insuficientes para proteger a los líderes sociales que defienden el medio ambiente. Ana Piquer, directora de Amnistía Internacional para las Américas, considera que "Colombia se encuentra en un momento histórico" y que es necesario implementar soluciones reales para proteger la vida de los defensores del medio ambiente.

La necesidad de proteger a los líderes ambientales

Leonardo Granados, director de la Corporación San Silvestre Green, señala que "necesitamos que el Gobierno nacional aplique en debida forma el Acuerdo de Escazú de proteger realmente a los lideres ambientales". Yuli Velásquez, sobreviviente de tres atentados, afirma que "se están honrando nuestros muertos, aquellos que asesinaron y lanzaron al río".

Los líderes sociales piden que se les respeten la vida y que Colombia deje de ser el lugar más peligroso del mundo para los que defienden el medio ambiente.