La población de la Costa Caribe enfrenta apagones intermitentes ante la elevada deuda por energía
La empresa Air-e ha anunciado la implementación de un 'período de continuidad' que afectará a 191 mil usuarios en 21 municipios de Atlántico, Magdalena y La Guajira. Esta medida se debe a una deuda acumulada que asciende a la impresionante cifra de un billón de pesos.
Robo de energía: un flagelo que afecta a toda la región
Air-e atribuye la deuda a un robo desenfrenado de energía, tanto en estratos altos como en barrios populares. En un intento por controlar esta situación, la empresa ha optado por sumir a estas comunidades en la oscuridad durante horarios intermitentes que van desde las 12 del mediodía hasta las 5 de la tarde.
Una lógica ilógica: apagar para garantizar el servicio
El comunicado de Air-e es un verdadero juego de malabarismos verbales. La empresa asegura que esta decisión se tomó después de un “análisis detallado” y “proyecciones cuidadosas” para garantizar la prestación del servicio. Sin embargo, su lógica parece ilógica: la mejor manera de garantizar que todos tengan luz es apagarla en algunos lugares.
Costos exorbitantes y pérdidas millonarias
Los comerciantes de la región están en alerta ante las pérdidas millonarias que esta medida les acarreará, especialmente en las tiendas minoristas de barrio. Los usuarios, por su parte, se preguntan cómo cocinar, estudiar o simplemente vivir sin electricidad.
Un futuro incierto: la luz al final del túnel se ve lejana
Mientras Air-e se aferra a sus normativas y justificaciones, 191 mil usuarios costeños enfrentan la dura realidad de la oscuridad. La luz al final del túnel parece tan lejana como el pago de esa millonaria deuda.
Esta situación pone en evidencia la necesidad de abordar urgentemente el problema del robo de energía y encontrar soluciones sostenibles que no sacrifiquen el bienestar de comunidades enteras.