Alarmante cifra de motos sin SOAT en Colombia: un problema de salud pública y seguridad vial
La evasión del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) en motocicletas está alcanzando niveles críticos en Colombia, generando una creciente preocupación entre autoridades, aseguradoras y el sector salud. Según datos recientes, el 62.5% de las motos que circulan en el país no cuentan con este seguro, lo que representa un grave riesgo tanto para los conductores como para el sistema de salud. Esta situación no solo implica un incumplimiento de la ley, sino que también conlleva serias consecuencias económicas y sociales, especialmente para los jóvenes entre 18 y 29 años, quienes son las principales víctimas de accidentes de tránsito.
El testimonio de los motociclistas: entre la protesta y la necesidad
El diario El Tiempo ha recogido testimonios de motociclistas que reflejan las diversas razones detrás de la evasión del SOAT. Felipe, un joven de 23 años, declara que no adquiere el SOAT como forma de protesta ante los precios que considera injustos, especialmente para las motos de alto cilindraje. Mayra, por su parte, argumenta que el pago de la póliza no es una prioridad, ya que su moto no se usa en largas distancias y sus ingresos no le alcanzan para cubrir tanto el SOAT como la revisión técnico-mecánica. Juan Esteban comparte una opinión similar, priorizando otras necesidades ante la falta de recursos económicos, aunque reconoce haber evadido el seguro en varias ocasiones.

Impacto en el sistema de salud y las finanzas del Estado
La falta de SOAT en un alto porcentaje de motocicletas está generando una enorme presión sobre el sistema de salud colombiano. El presidente ejecutivo de Fasecolda, Gustavo Enrique Morales, citado por El Tiempo, describe la situación como «un problema de salud pública que requiere una intervención integral y urgente». En 2024, se atendieron un millón de víctimas de accidentes de tránsito en las aseguradoras, y en el 88% de estos casos estuvo involucrada una motocicleta. Sin embargo, esta cifra solo representa los accidentes atendidos con SOAT, dejando de lado aquellos que no cuentan con esta cobertura y que terminan siendo asumidos por el Estado a través de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres) y la subcuenta Ecat (Eventos Catastróficos y Accidentes de Tránsito).
Según datos de la Adres, entre 2019 y 2023 se han realizado pagos por más de $851 mil millones de pesos a las entidades prestadoras de servicios de salud por accidentes de tránsito sin SOAT. Solo en 2023, los gastos ascendieron a $375 mil millones. Estos costos impactan directamente las finanzas del Estado y podrían destinarse a otras áreas prioritarias.

Consecuencias legales y económicas para los infractores
Es crucial recordar que evadir el pago del SOAT no solo pone en riesgo la salud y la vida de los involucrados en un accidente, sino que también implica consecuencias legales y económicas. Quienes no cuenten con el seguro o tengan el certificado anual vencido podrán ser multados con un monto equivalente a 30 salarios mínimos diarios legales vigentes, además de la posible retención del vehículo.
El fraude y la accidentalidad: desafíos adicionales para la sostenibilidad del sistema
Además de la evasión del SOAT, el sistema enfrenta otros desafíos importantes, como el fraude y la alta tasa de accidentalidad. Fasecolda ha identificado diversas irregularidades, incluyendo cobros con sobreprecios en procedimientos médicos, facturación por atenciones no relacionadas con accidentes de tránsito y el uso indebido de pólizas para cubrir múltiples siniestros. Por su parte, la Adres ha detectado fraudes relacionados con vehículos fantasma y el cobro de lesiones que se hacen pasar por accidentes viales no reportados.
La alta tasa de accidentalidad, especialmente en motocicletas, también ejerce una gran presión sobre el sistema. Según el director general de la Adres, Félix León Martínez, citado por El Tiempo, la subnotificación de accidentes impide dimensionar la gravedad del problema. «Hay muchísimos más accidentes de los que reporta la Agencia, ahí dice que hubo 29 mil y a nosotros nos reportan 200 mil», afirma Martínez, señalando que el Estado está pagando más accidentes de los que registran las autoridades judiciales.
Medidas y propuestas para abordar la problemática
El gobierno ha implementado medidas como el descuento del 50% en el SOAT para motocicletas de bajo cilindraje, buscando incentivar la compra del seguro. Sin embargo, esta estrategia ha tenido un impacto limitado, según Fasecolda. Para abordar la problemática de manera integral, se requiere una combinación de acciones que incluyan:
- Fortalecer los controles y la fiscalización para reducir la evasión del SOAT.
- Implementar campañas de concientización sobre la importancia del seguro y las consecuencias de no tenerlo.
- Mejorar la seguridad vial y reducir la accidentalidad, especialmente en motocicletas.
- Combatir el fraude en la prestación de servicios de salud relacionados con accidentes de tránsito.
- Revisar la estructura tarifaria del SOAT para hacerla más equitativa y accesible.
La seguridad vial como responsabilidad compartida
El presidente de Fasecolda enfatiza que la seguridad vial es una responsabilidad compartida que involucra a todos los actores del sistema. Se requiere fortalecer los requisitos para obtener la licencia de conducción, mejorar el diseño de las vías y la señalización, y promover una cultura ciudadana de respeto a las normas de tránsito. «El acto de manejar un vehículo no es un acto de libertad, sino que es un acto de responsabilidad social», concluye Morales, subrayando la necesidad de priorizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos.