Los ojos de Karen Niebles, pastora y ahora viuda de Iván Darío García González, se llenan de dolor al recordar los últimos momentos que compartió con su esposo, antes de que la violencia se lo arrebatara, de manera similar al caso ocurrido en Aguachica, Cesar.

Testimonio desgarrador de la esposa del pastor asesinado en Magdalena

A poco más de un día del trágico asesinato que ha conmocionado a la comunidad de Río Frío, en la Zona Bananera, Magdalena, Karen abre su corazón para relatar cómo sucedieron los hechos y expresar sus sospechas sobre los posibles motivos detrás del crimen.

Detalles del asesinato del pastor en Magdalena

Karen rememora la noche del miércoles 8 de enero con una mezcla de gratitud y tristeza. Ella e Iván habían sido invitados por pastores amigos a predicar en una iglesia de la vereda Carital. Como líderes espirituales de la congregación Nuevo Renacer, aceptaron con entusiasmo la invitación, llevando un mensaje de fe a la comunidad.

"Todo fue muy especial. Predicamos juntos, compartimos con las personas, y al finalizar nos despedimos llenos de alegría", relata Karen.

Sin embargo, esa emoción de gratitud se transformaría en horror poco después. Al término del servicio, Iván le pidió a Karen que llevara en la moto a una hermana de la congregación, mientras él regresaría caminando. "Pude haber muerto yo también si él no me hubiera pedido que me adelantara", reflexiona Karen, con la voz quebrada por el peso de lo ocurrido. Eran las 9:30 de la noche cuando Iván fue interceptado afuera de la iglesia por dos hombres en motocicleta. Una de las hijas de la pastora, que lo acompañaba, presenció el brutal ataque.

"Uno de los agresores bajó de la moto y le disparó en el abdomen. El pastor se arrodilló y les suplicó que no lo mataran, pero el hombre no tuvo compasión", recuerda la niña, quien no puede borrar las imágenes del líder espiritual siendo atacado.

La valiente intervención de Soldais Mendoza, una hermana de la iglesia que intentó detener al sicario, no logró evitar lo inevitable. Tras un forcejeo, Iván recibió otros disparos que acabaron con su vida. Karen llegó poco después al lugar y encontró el cuerpo de su esposo en medio de un charco de sangre. "Mi mundo se derrumbó en ese instante", confiesa.

Las incógnitas detrás del crimen

La pastora no puede dejar de preguntarse qué pudo motivar el ataque contra su esposo, un hombre al que describe como "servicial, amable y con un propósito claro de ayudar a los jóvenes a alejarse de las drogas". Aunque asegura que Iván no tenía problemas conocidos ni enemigos, recuerda con inquietud unas llamadas que él venía recibiendo en las últimas semanas.

"Eran números privados. Nunca quiso contarme detalles para no preocuparme, pero creo que lo estaban extorsionando", señala Karen.

Esta sospecha ha cobrado fuerza en la investigación del caso, aunque las autoridades aún no han confirmado ninguna hipótesis concreta. Iván García deja un vacío profundo en su familia y en la comunidad de Río Frío. Además de su labor pastoral, trabajaba como jornalero para sostener a sus cuatro hijos, de entre 4 y 13 años. La iglesia Nuevo Renacer, que él y Karen habían construido con esfuerzo y dedicación en una casa de madera, también siente el impacto de su ausencia. Karen, quien ahora enfrenta la tarea de mantener viva la misión que compartía con su esposo, asegura que continuará con el legado de Iván.

"Dios me dará fuerzas para seguir. Él tenía un propósito, y yo lo honraré", afirma.

El asesinato de Iván García ha generado profundo dolor no solo en su familia, sino también en la comunidad religiosa de Río Frío, que lo recuerda como un líder cercano y comprometido.

Búsqueda de justicia y apoyo

En medio del duelo, los fieles se han unido para orar por justicia y apoyar a Karen y sus hijos en este difícil momento. Mientras tanto, las preguntas sobre el crimen siguen sin respuesta. ¿Quién quería muerto al pastor? ¿Por qué alguien que dedicaba su vida a servir y ayudar fue blanco de un ataque tan brutal? Las autoridades avanzan en la investigación, pero para Karen Niebles, la herida abierta por la pérdida de su esposo es una evidencia de que la violencia no distingue entre buenos y malos.

"Nos quitaron a un hombre lleno de fe y esperanza. Ahora, solo pido justicia y fortaleza para seguir adelante", concluye.