Los miradores de Ciudad Bolívar se transforman en epicentros turísticos

La Policía de Turismo de Bogotá está recuperando y convirtiendo nueve miradores en Ciudad Bolívar en epicentros turísticos, culturales, gastronómicos y recreativos. Al menos 30 minutos en carro separan a la estación de TransMilenio del Tunal del punto más alto de Ciudad Bolívar, el Mirador El Paraíso. Para llegar, hay que atravesar una montaña empinada, casi como una pared, bordeada por casas coloridas, tiendas y ventas de barrio. El camino está lleno de curvas y en cada una de ellas se deja atrás un poco de la Bogotá que todos conocemos.

Un nuevo rostro para Ciudad Bolívar

Arriba, el clima es inclemente. El viento sopla fuerte y hace mover como cajas de cartón las cápsulas del TransMicable que desde hace casi 10 años conectaron a Ciudad Bolívar con la parte baja de Bogotá. Dicen los habitantes del barrio Paraíso que “fue lo mejor que les pasó” y que desde ese entonces las oportunidades para su localidad han sido mejores.

En el Mirador El Paraíso construyeron un parque dotado de todos los equipamientos necesarios para la práctica de todas las disciplinas deportivas. El malecón del Mirador del Paraíso mide 305 metros de longitud. Además del parque, también está la pista de skateboarding, la calle de los grafitis, la rotonda gastronómica con la comida de todas las regiones de Colombia, en especial del Pacífico; hay jornadas de danza callejera, de freestyle y también recorridos turísticos que son organizados por Originales Travel, la agencia de Jhon Jairo.

Jhon Jairo Quevedo Reyes, el líder del cambio

Jhon Jairo Quevedo Reyes, un hombre de 49 años, salió de la droga y de la cárcel y ahora le apuesta a la transformación de su comunidad a través del arte y la cultura. Llegó hace 25 años a Ciudad Bolívar en busca de oportunidades, como el 60 por ciento de los habitantes de esa localidad, y desde entonces ha trabajado por los niños y jóvenes para que no tengan que repetir su historia.

“Yo entré en el mundo de las drogas a los 8 años y fui habitante de calle durante 15. Tuve que ver a muchas personas que llegaban a las ollas a buscar a sus familiares para sacarlos de ese mundo, pero a mí no me tocó eso, nadie fue por mí. Entonces me tocó salir solo”, contó Jhon Jairo mientras explicaba que el parque Illimaní se convirtió en el punto de encuentro de los jóvenes y el deporte y también una forma de alejar a la delincuencia.

Desde que Jhon Jairo salió de las calles ha hecho varias cosas que lo hacen sentir orgulloso. Dice que compró un terreno que duró cuatro años pagando y que junto a otras personas que cambiaron su vida fundaron el barrio Maravillas de Dios, que es una “ciudad autoconstruida”, y donde hoy viven la mayoría de sus compañeros con los que crearon Originales Travel, la agencia de turismo con la que pretenden “enamorar a todos los locales y extranjeros” de Ciudad Bolívar.

“Nosotros empezamos cuando este barrio era una finca y ahora verlo después de 10 años y ver el cambio, uno dice, ¡Dios mío, nosotros somos una verraquera!, yo no me lo creo, porque nunca pensé salir de las drogas y hoy puedo decir que soy fabricante de vida y de oportunidades”.

Ciudad Bolívar, un referente de transformación

El Parque Illimani es solo una de las piezas de esta estrategia por transformar Ciudad Bolívar, “queremos que sea como la famosa comuna 13 de Medellín y que se vuelva un referente de transformación”, explicó el capitán Jeison Ávila, líder de la estrategia de la Policía de Turismo. Y es justamente eso lo que más emociona a la comunidad.

“La promesa es desestigmatizar los cerros de Ciudad Bolívar y convertirlos en un epicentro cultural capaz de atraer a turistas”.