Sismos en Colombia: preparados ante los movimientos de la tierra
Colombia es un país sísmicamente activo, pues hay diferentes placas tectónicas que interactúan entre sí (Nazca, Sudamérica y Caribe) creando una dinámica geológica compleja, lo que hace que se originen sismos en la mayor parte del territorio.
¿Con qué frecuencia ocurren los sismos en Colombia?
Se estima que, en promedio, en el país ocurren 2.500 sismos al mes (aproximadamente 80 al día), pero la mayoría de ellos no son perceptibles para las personas. Los lugares más activos sísmicamente son las costas del Pacífico y del Caribe, y alrededor de nuestras cordilleras.
¿Qué hacer en caso de un sismo?
En caso de sentir un sismo, es clave reportar su ocurrencia, pues esto permite estimar rápidamente los efectos del evento ocurrido y es crucial para que los organismos de atención de emergencias puedan actuar oportunamente.
Cada vez que el Servicio Geológico Colombiano reporta en sus cuentas de Twitter y Facebook la ocurrencia de un sismo, aquellas personas que lo hayan sentido tienen la opción de llenar Sismo Sentido: el formulario de recolección de información con el que esta entidad estima rápidamente si hubo daños, lo reporta a las entidades encargadas de responder a esa emergencia, y determina la intensidad del movimiento telúrico (qué tanto se sintió): una medida cualitativa clave para mejorar el conocimiento de la amenaza sísmica en el país.
¿Cómo se originan los sismos?
Los sismos son sacudidas que se producen por la liberación de energía acumulada y que se propagan en forma de ondas. Cuando estas llegan a la superficie, generan movimientos que las personas pueden percibir y que, de acuerdo a su nivel de intensidad, pueden derivar en daños sobre las estructuras y sobre la naturaleza (como agrietamientos y derrumbes).
Se originan debido a varias causas. La primera son los movimientos de las placas tectónicas, que producen deformaciones y rupturas en las que, súbitamente, se libera energía acumulada. La segunda son los volcanes: tanto el fracturamiento de roca como el movimiento de fluidos al interior del volcán causan sismos volcánicos. La tercera son algunas actividades humanas, como la extracción de recursos energéticos, el uso de agua en pozos profundos y la inyección de fluidos en el subsuelo.
¿Cómo se mide la magnitud y profundidad de los sismos?
La magnitud y la profundidad de un sismo se calculan utilizando datos recopilados a través de una serie de equipos que se encuentran en estaciones de monitoreo ubicadas a lo largo de un territorio. Estos registran los movimientos del terreno y, a partir de ellos, se calcula la energía sísmica liberada en la fuente del sismo.
En cuanto a la profundidad, cuando ocurre un sismo, se generan distintos tipos de ondas (ondas P, ondas S, entre otras) que son registradas por las estaciones sismológicas. Cada tipo de onda viaja a una velocidad específica, lo que resulta en diferentes tiempos de llegada a la superficie terrestre. Estas diferencias en los tiempos de llegada, principalmente entre las ondas P y las ondas S, permiten determinar la ubicación del sismo y, por consiguiente, su profundidad.
Recomendaciones en caso de un sismo
- Mantén la calma y no entres en pánico.
- Ubica un lugar seguro donde puedas protegerte de la caída de objetos, como debajo de una mesa o en una esquina de una habitación.
- Aléjate de ventanas, espejos, cuadros y otros objetos que puedan romperse y causar lesiones.
- Cubre tu cabeza y cuello con los brazos.
- Si estás en un vehículo, detente en un lugar seguro y permanece dentro hasta que pase el temblor.
- Si estás al aire libre, aléjate de edificios, árboles y postes de luz.
- Una vez que pase el temblor, revisa si hay heridos o daños y llama a los servicios de emergencia si es necesario.
Recuerda seguir las recomendaciones de las autoridades y estar preparado ante cualquier eventualidad sísmica. Así contribuiremos a reducir el riesgo y protegernos a nosotros mismos y a nuestras familias.