El Crimen que Conmociona a Villavicencio: Familiares Ofrecen Nueva Perspectiva
La ciudad de Villavicencio se encuentra aún en estado de shock tras el parricidio ocurrido el pasado 22 de marzo, donde Juan David Perdomo, de 24 años, confesó haber asesinado a sus padres, José Luis Perdomo Hernández y Sonia Wehdeking Baños, en el apartamento familiar. Mientras las autoridades continúan investigando los motivos detrás de este trágico suceso, los familiares de las víctimas están aportando nuevas hipótesis que desafían las primeras especulaciones.

Desmintiendo la Hipótesis Económica
Inicialmente, se había sugerido que un conflicto económico podría haber desencadenado el crimen. Sin embargo, Gisell Wehdeking, hermana de Sonia y tía de Juan David, ha refutado esta teoría en declaraciones al diario El Tiempo. «Por plata no fue», afirmó tajantemente Wehdeking, argumentando que incluso el vehículo familiar estaba a nombre de Juan David, lo que descartaría un problema financiero como detonante (Wehdeking, como se cita en El Tiempo, 2024).
Esta declaración pone en duda la línea de investigación inicial y abre paso a nuevas interrogantes sobre lo que realmente pudo haber sucedido en el hogar de los Perdomo Wehdeking.

Unión Familiar y la Incomprensible Tragedia
La familia Perdomo Wehdeking era conocida por su unión. Vecinos y allegados coinciden en que los tres miembros eran inseparables, compartiendo tanto momentos de ocio como laborales. La pareja se dedicaba a la venta de ropa y solían viajar juntos para comercializar sus productos. «Para todo, a donde iban, iban todos los tres, y si viajaban a vender mercancías, se iban los tres a vender, siempre mantenían juntos», relata Gisell, destacando la estrecha relación que existía entre ellos.
Esta cercanía hace aún más difícil comprender cómo Juan David pudo haber cometido un acto tan atroz. La familia se encuentra desconcertada, buscando respuestas que puedan explicar lo inexplicable.
La Hipótesis Espiritual: ¿Una Fuerza Demoníaca?
Ante la falta de una explicación lógica, Gisell Wehdeking plantea una hipótesis alternativa: la influencia de una fuerza espiritual maligna. «Ahorita en este mundo, y lo digo con base cristiana, ‘el diablo anda como león rugiente buscando a quién devorar’. Sería mirar la parte ya espiritual. De pronto, fue una fuerza demoníaca porque mi sobrino era muy apegado a mi hermana, demasiado», expresó (G. Wehdeking, comunicación personal, 2024).
Esta perspectiva introduce un elemento sobrenatural a la investigación, sugiriendo que Juan David podría haber estado bajo una influencia externa que lo llevó a cometer el crimen.
Un Joven Normal y Sin Señales de Violencia
Gisell insiste en que nunca observaron signos de que Juan David fuera capaz de cometer tal acto. Lo describe como un joven normal, aplicado e inteligente. «Un pelao’ muy aplicado, inteligente, no se le ve eso. Incluso cuando ellos venían acá mi mamá lo llevaba a la iglesia los domingos y siempre se iba. No sabemos qué pasó ahí», añade, resaltando la sorpresa e incredulidad ante lo sucedido.
Este testimonio refuerza la idea de que el crimen fue un acto repentino e inesperado, sin señales previas que pudieran haber alertado a la familia.
La Sorpresa del Cambio de Residencia
Otro detalle que ha sorprendido a la familia es el hecho de que los Perdomo Wehdeking estuvieran viviendo en Villavicencio, ya que Gisell creía que aún residían en Bucaramanga. «Eso es lo que nosotros pensamos, pero vea, la sorpresa es que estaban en Villavicencio y nosotros no sabíamos», comentó, añadiendo un elemento de misterio a la situación.
Este cambio de residencia desconocido para la familia plantea interrogantes sobre los motivos que llevaron a los Perdomo Wehdeking a mudarse a Villavicencio y si esto podría estar relacionado con el crimen.
Investigación en Curso y la Búsqueda de Respuestas
Mientras tanto, Juan David permanece detenido mientras las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer los verdaderos motivos que lo llevaron a cometer el crimen. La comunidad de Villavicencio, junto con la familia Perdomo Wehdeking, sigue a la espera de respuestas que ayuden a entender qué pasó aquella trágica noche. La verdad detrás de este parricidio aún se está desentrañando, y cada nueva declaración y evidencia contribuye a formar un panorama más completo de lo sucedido.
Según Andrea Castillo (2024), periodista de Pulzo, la familia y la comunidad «siguen a la espera de respuestas que ayuden a entender qué pasó aquella trágica noche». La incertidumbre y el dolor persisten mientras se busca la verdad en este caso que ha conmocionado a toda una ciudad.