El departamento del Chocó, ubicado en la costa Pacífica de Colombia, se encuentra azotado por la violencia y el miedo, según denuncia su gobernadora, Nubia Carolina Córdoba. En una entrevista con El Tiempo, Córdoba aseguró que la presencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la región ha generado un clima de terror entre la población.

"El Chocó está minado, la gente tiene miedo hasta de caminar", afirmó Córdoba.

Según la gobernadora, el ELN ha sembrado minas antipersona en las carreteras y caminos del departamento, lo que dificulta el libre tránsito de las comunidades. Además, los enfrentamientos entre el grupo guerrillero y las fuerzas de seguridad han generado desplazamientos forzados y confinamientos de la población.

Violencia y pobreza en el Chocó

La violencia en el Chocó no es un fenómeno nuevo. Durante décadas, el departamento ha sido escenario de la presencia de grupos armados ilegales, como el ELN, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y el Clan del Golfo. La lucha por el control territorial y las rutas del narcotráfico ha convertido al Chocó en una zona de conflicto armado, con graves consecuencias para la población civil.

Además de la violencia, el Chocó también enfrenta problemas de pobreza y abandono estatal. El departamento tiene uno de los índices de pobreza más altos de Colombia y carece de infraestructura básica, como carreteras, escuelas y hospitales. Esta situación ha generado un círculo vicioso de violencia y pobreza, del que la población chocoana no logra salir.

La respuesta del gobierno

El gobierno del presidente Gustavo Petro ha anunciado una serie de medidas para enfrentar la crisis del Chocó. Entre ellas se encuentran el envío de más tropas militares a la región, la implementación de programas de desarrollo social y la reactivación de los diálogos de paz con el ELN.

Sin embargo, la gobernadora Córdoba ha criticado la respuesta del gobierno, señalando que las medidas anunciadas son insuficientes para atender la gravedad de la situación. Córdoba ha pedido al presidente Petro que declare al Chocó como zona de emergencia humanitaria, lo que permitiría destinar más recursos y atención a la región.

El futuro del Chocó

El futuro del Chocó es incierto. La violencia y la pobreza continúan azotando al departamento, y la población civil sigue siendo la principal víctima. El gobierno ha anunciado una serie de medidas para enfrentar la crisis, pero aún está por verse si estas serán suficientes para lograr la paz y el desarrollo en el Chocó.