El coleccionista bogotano que sueña con un museo para sus bicicletas antiguas

Germán Pardo, un apasionado del ciclismo, ha dedicado su vida a coleccionar bicicletas antiguas. Su colección, que cuenta con más de 130 años de historia, incluye ejemplares únicos y valiosos que han sido expuestos en eventos públicos y privados.

Un sueño de viajar en el tiempo

Para Germán, el ciclismo es más que un deporte, es una forma de viajar en el tiempo. A través de sus bicicletas, puede explorar diferentes épocas y culturas, y aprender sobre la evolución de la tecnología y el diseño.

"Mi sueño siempre ha sido viajar en el tiempo", dice Germán. "Las bicicletas son una forma de hacerlo, porque me permiten conectar con el pasado y entender cómo era la vida en otras épocas".

La colección de Germán incluye una amplia variedad de bicicletas, desde modelos clásicos de principios del siglo XX hasta bicicletas de carreras modernas. Cada bicicleta tiene su propia historia y significado, y Germán puede hablar extensamente sobre cada una de ellas.

Germán Pardo con su colección de bicicletas antiguas
Germán Pardo con su colección de bicicletas antiguas. Foto: Cortesía de Germán Pardo

El valor de compartir el conocimiento

Para Germán, coleccionar bicicletas no se trata solo de poseer objetos valiosos. También es una forma de compartir su pasión con los demás y promover el conocimiento sobre la historia del ciclismo.

"Si yo no comparto mi conocimiento y mis objetos con la gente, va a terminar en una chatarrería o en el olvido", dice Germán. "Quiero que mis bicicletas sigan inspirando a las nuevas generaciones de ciclistas".

Germán ha expuesto su colección en varios eventos, incluido el Archivo de Bogotá, y ha dado charlas sobre la historia del ciclismo en Colombia. También ha escrito varios artículos sobre el tema y ha contribuido con su conocimiento a varios libros.

El sueño de un museo

El sueño de Germán es crear un museo dedicado a las bicicletas antiguas. Un lugar donde pueda exhibir su colección y compartir su pasión con un público más amplio.

"Creo que un museo de bicicletas sería un gran aporte a la cultura de Bogotá", dice Germán. "Sería un lugar donde la gente podría aprender sobre la historia del ciclismo, admirar la belleza de estas máquinas y conectarse con el pasado".

Por ahora, el sueño de Germán sigue siendo un proyecto, pero está decidido a hacerlo realidad. Con su pasión por el ciclismo y su dedicación a compartir el conocimiento, está seguro de que podrá inspirar a otros y crear un lugar donde la historia de las bicicletas pueda seguir viva.