Vecinos de Chiminangos, en Cali, viven atrapados entre grietas
Desde hace una década, los habitantes de las torres residenciales Chiminangos, ubicadas en el nororiente de Cali, han venido clamando ayuda por las peligrosas grietas que afectan sus viviendas. Las grietas, que han ido apareciendo y aumentando de tamaño con el paso del tiempo, han puesto en riesgo la vida de las familias que habitan en estos edificios.
Una década de espera y promesas incumplidas
El drama de los residentes de Chiminangos comenzó en 2012, cuando un fuerte terremoto sacudió la ciudad de Cali. El sismo causó daños en las torres, que se manifestaron en forma de grietas en las paredes, pisos y techos. Desde ese entonces, los habitantes han venido denunciando la situación, pero sus peticiones de ayuda han caído en saco roto.
En 2024, la Personería de Cali intervino en el caso e interpuso una tutela para exigir a la Alcaldía y a las secretarías de Gestión del Riesgo, Vivienda y Seguridad que tomen medidas concretas para proteger la vida de los habitantes de Chiminangos. La Personería argumentó que "existe un riesgo inminente que requiere la protección inmediata del derecho fundamental a la vida, de todos los residentes del conjunto residencial afectado"
El riesgo es inminente
Los informes técnicos realizados por la Secretaría de Gestión del Riesgo de Desastres han confirmado el grave deterioro de las estructuras de las torres. Las grietas son cada vez más grandes y se han extendido por casi todas las viviendas. Los expertos advierten que existe un riesgo inminente de colapso, lo que podría provocar una tragedia.
Los habitantes de Chiminangos viven en un estado de angustia y zozobra constantes. Temen que sus viviendas se derrumben en cualquier momento, poniendo en riesgo sus vidas y las de sus familias. Piden a las autoridades que actúen de manera urgente para evitar una tragedia.
Por su parte, la Alcaldía de Cali ha reconocido la gravedad de la situación y ha anunciado que se están evaluando las condiciones socioeconómicas de los residentes para brindarles ayudas y subsidios. Sin embargo, hasta el momento no se han tomado medidas concretas para evacuar a los habitantes o reforzar las estructuras de las torres.
Mientras tanto, los habitantes de Chiminangos siguen viviendo entre grietas, con el temor de que sus viviendas se derrumben en cualquier momento.