Inversiones millonarias para recuperar los páramos de Bogotá y la región

Los ecosistemas de alta montaña abastecen de agua a Bogotá y la región, y están siendo amenazados por la ampliación de la frontera agrícola y el poco cuidado.

Un ambicioso proyecto de más de 90.000 millones de pesos busca recuperar cuatro de estos ecosistemas: Sumapaz, Chingaza, Guerrero y Guacheneque.

El proyecto, que se implementará durante los próximos dos años y medio (hasta 2026), beneficiará a más de 10.600 habitantes y sus familias en 14 municipios de Cundinamarca, dos del Meta y Bogotá.

El gerente de la RAP-E Región Central, Ricardo Agudelo, explicó que el proyecto se centra en ordenar el territorio alrededor del agua y la adaptación al cambio climático.

"Se han presentado unas transformaciones bastante peligrosas durante los últimos años, asociadas a la ampliación de toda la frontera agrícola y el poco cuidado de los páramos. Fue aprobado por el Ministerio de Ambiente, a través del Fondo para la Vida y la Biodiversidad", dijo Agudelo.

Se intervendrán 9.000 hectáreas en total, con ayuda de la comunidad y de distintos expertos en conservación de los ecosistemas. Además de Bogotá, estarán involucrados los municipios de Zipaquirá, Tausa, Cogua, Villapinzón, Sesquilé, Guatavita, Choachí, Guasca, La Calera, Ubaque y Fómeque, en Cundinamarca; e igualmente, en el departamento del Meta, los municipios de San Juanito y El Calvario.

Según Agudelo, estos trabajos son fundamentales para el componente ambiental del Plan Nacional de Desarrollo ‘Colombia, potencia mundial de la vida’, así como para la hoja de ruta de Bogotá y para las departamentales.

Esto debido a que, de acuerdo con el gerente de la entidad, la región central de Colombia cuenta con 18 de los 36 páramos del país, es decir, el 50 por ciento de estos ecosistemas en el territorio nacional.

Además, de Chingaza viene el 70 por ciento del agua que consumen los más de ocho millones de habitantes de Bogotá y la Sábana. "El otro 30 por ciento viene de Sumapaz y Guerrero", afirmó Agudelo.

Tres metas principales

El proyecto cuenta con tres metas principales. La primera de ellas es la formulación del Plan de Manejo del Parque Natural Regional Vistahermosa Monquentiva, ubicado en Cundinamarca.

Asimismo, busca garantizar el acompañamiento y el registro de 30 nuevas reservas naturales de la sociedad civil y sus respectivos planes de manejo para su conservación.

La segunda es la realización de múltiples encuentros sociales con comunidades campesinas y urbanas, así como el intercambio de experiencias y la firma de acuerdos socioambientales para la protección y el cuidado de la alta montaña.

Finalmente, la tercera tiene que ver con acuerdos prediales para la gestión sostenible, la restauración, recuperación y rehabilitación de áreas degradadas. Asimismo, se busca implementar prácticas de producción agropecuarias amigables con el medioambiente.

Agudelo resaltó que en el proyecto es fundamental el apoyo de la comunidad y de las distintas alcaldías involucradas, pues los habitantes locales son los que más conocen el territorio y los que ya han venido liderando distintas iniciativas.

"Ellos se la han jugado enormemente. Los campesinos del Sumapaz, por ejemplo, cuando hay un incendio, se organizan y resuelven el problema. A ellos hay que darles capacidades y herramientas. Tenemos que fortalecer sistemas de gobernanza territorial y gestión social ambiental comunitaria en alta montaña", agregó el gerente.

Resaltó que la clave para mitigar los daños del sector agrícola en los páramos es crear políticas públicas que dignifiquen el trabajo campesino.

Aseguró que muchos de ellos son personas mayores de 50 años que no ganan ni siquiera un salario mínimo al mes.

Este proyecto, a su vez, está enlazado con el plan de abastecimiento alimentario de la región central, el cual tiene como propósito mejorar la comercialización de los productos agrícolas eliminando entre 6 y 8 intermediarios en su venta, para que el campesino adquiera un mayor beneficio económico.

Asimismo, para que se desperdicie menos comida. "Estamos perdiendo cerca del 45 por ciento de la comida que se produce en nuestros campos por parte de 750.000 personas".