La historia de Érika Morales: una vida truncada y un grito desesperado por la eutanasia
La sociedad colombiana se encuentra consternada tras la noticia del fallecimiento de Érika Morales, una joven de 20 años que, tras un brutal ataque en 2021 que la dejó cuadripléjica, había solicitado la eutanasia como una forma de escapar de un sufrimiento insoportable. Su caso ha reabierto el debate sobre el derecho a una muerte digna en Colombia y las dificultades que enfrentan quienes buscan acceder a este procedimiento.
Según informes de Pulzo (2024), Morales falleció el 1 de marzo en un centro médico de Nariño, aunque aún no se ha confirmado si su muerte fue el resultado de la eutanasia o de complicaciones de salud. Lo que sí es claro es que, durante los últimos años de su vida, la joven vivió un calvario, postrada en una cama y sin poder comunicarse verbalmente. Tatiana Morales, hermana de Érika, relató en una transmisión en vivo el pasado 17 de febrero, que, con gran esfuerzo y utilizando un abecedario, Érika logró expresar su deseo de morir dignamente.

La carta que conmovió a Colombia
La carta dictada por Érika a su familia es un testimonio desgarrador de su sufrimiento y su anhelo por encontrar la paz. En sus palabras, recogidas por Redacción Nación (2024), la joven expresó: «Estoy cansada de depender de todos y lo más duro es que estoy consciente y me doy cuenta de absolutamente todo... No sean egoístas, realmente me siento cansada en serio, no doy más». La joven solicitó a la EPS Emssanar «un poquito de corazón, compasión y piedad», afirmando que se sentía «literalmente muerta en vida».
«Escuchen mis palabras y espero me entiendan. En primer lugar, es muy difícil para mí y para mi familia, ya que prácticamente vivo por la ventilación mecánica y eso me parece injusto, porque para mí no es vida, es solo una vida artificial. La verdad estoy cansada de depender de todos y lo más duro es que estoy consciente y me doy cuenta de absolutamente todo. Aparentemente, me ven bien, pero no es así, realmente no me siento bien. No sean egoístas, realmente me siento cansada en serio, no doy más. Es más, la psicóloga ya habló conmigo y está de acuerdo con la decisión que tomé, porque la verdad, ¿para qué tener a una persona tan joven como yo sufriendo?». - Érika Morales

Un proceso de eutanasia dilatado
Aunque la EPS Emssanar validó la voluntad de Érika, el proceso de eutanasia se dilató más de lo esperado por la familia, quienes veían con impotencia el sufrimiento de su ser querido. Esta demora ha generado críticas hacia el sistema de salud colombiano y ha puesto de relieve las barreras burocráticas que enfrentan quienes desean acceder a la eutanasia.
Justicia para Érika: la búsqueda de los responsables
Más allá del debate sobre la eutanasia, la familia de Érika Morales también está luchando para que se haga justicia por el brutal ataque que la dejó en estado de cuadriplejia. Según informa Pulzo (2024), las presuntas agresoras, identificadas como Glair Gómez y Leidy León, aún no han sido capturadas. La familia y allegados de Érika exigen que las autoridades capturen a estas mujeres y las hagan pagar por el delito cometido.
La partida de Érika Morales deja un vacío en su familia y en la sociedad colombiana. Su historia es un recordatorio de la importancia de garantizar el derecho a una muerte digna y de luchar contra la impunidad en casos de violencia.
Reflexiones finales
El caso de Érika Morales está generando una profunda reflexión sobre la necesidad de agilizar los procesos de eutanasia en Colombia y de brindar un mayor apoyo a las personas que sufren enfermedades o condiciones que comprometen gravemente su calidad de vida. Asimismo, su historia pone de manifiesto la urgencia de fortalecer la justicia y garantizar que los responsables de actos violentos sean llevados ante la ley.