Masacre en Cauca: La Defensoría advirtió del riesgo, pero no se tomaron medidas
En un comunicado emitido el 11 de noviembre, la Defensoría del Pueblo alertó sobre la inminencia de una masacre en el municipio de Argelia, departamento del Cauca. La Defensoría había recibido información de fuentes comunitarias que señalaban la presencia de grupos armados ilegales en la zona y la intención de realizar un ataque.
Según la información de la Defensoría, los grupos armados planeaban atacar a la comunidad indígena Awá, que habita en la zona. La Defensoría solicitó a las autoridades tomar medidas urgentes para prevenir la masacre, pero no se tomaron las acciones necesarias.
El 13 de noviembre, se produjo la masacre en la vereda El Sinaí, donde fueron asesinadas 17 personas, entre ellas un niño de 12 años. Las víctimas pertenecían a la comunidad indígena Awá.
La Defensoría responsabiliza a las autoridades
La Defensoría del Pueblo responsabilizó a las autoridades por la masacre, al no tomar las medidas necesarias para prevenirla. El Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, señaló que la Defensoría había emitido dos alertas tempranas sobre el riesgo de masacre, pero que las autoridades no respondieron adecuadamente.
Camargo también criticó la falta de presencia estatal en la zona, lo que permitió a los grupos armados ilegales operar con impunidad. "Esta masacre es una muestra más de la ausencia del Estado en los territorios más apartados del país", dijo Camargo.
Las autoridades se defienden
Por su parte, las autoridades se defendieron de las acusaciones de la Defensoría. El ministro de Defensa, Diego Molano, aseguró que el Ejército y la Policía habían desplegado un operativo en la zona para prevenir la masacre, pero que los grupos armados lograron evadirlos.
Molano también señaló que la Defensoría no había proporcionado información específica sobre el riesgo de masacre, lo que dificultó la tarea de las autoridades para prevenirla.
La comunidad indígena exige justicia
La comunidad indígena Awá exigió justicia por la masacre. Los líderes indígenas señalaron que habían denunciado en reiteradas ocasiones la presencia de grupos armados ilegales en la zona, pero que las autoridades no habían tomado medidas.
Los indígenas también denunciaron que la masacre no fue un hecho aislado, sino que forma parte de una campaña sistemática de violencia contra las comunidades indígenas en el Cauca.