Masacre en Tibú: Un trágico hecho días antes
Tibú, Norte de Santander, vuelve a estar de luto tras la brutal masacre de una familia en la noche del jueves. Miguel Ángel López, su esposa Zulay Durán Pacheco y su bebé de ocho meses fueron asesinados a balazos mientras se desplazaban en un vehículo fúnebre. Un hijo de la pareja, de diez años, sobrevivió milagrosamente al esconderse en la parte trasera del vehículo.
Contexto de violencia
Esta región del país, marcada por décadas de conflicto armado, ha cobrado una nueva víctima. Miguel Ángel López era reconocido en la comunidad por su labor como conductor de un carro fúnebre, un servicio esencial en un contexto de alta criminalidad. Su asesinato ha desatado conmoción y repudio entre los habitantes de Tibú, quienes lo recuerdan como un hombre trabajador y solidario.
Las autoridades investigan si este crimen tiene relación con el asesinato de Ómar Alexis Mora Villarreal, compadre de la familia López, ocurrido días antes en la misma zona. Mora Villarreal, quien había recibido amenazas de grupos armados ilegales en 2024, fue sacado de su casa y ejecutado.
Responsables de la masacre
En la región operan grupos armados como el ‘frente Juan Fernando Porras Martínez’ del Eln y una comisión del ‘frente 33’ de las disidencias de las Farc, que han generado un clima de inseguridad y han facilitado la proliferación de homicidios selectivos y masacres, que también se atribuyen a miembros del ‘Clan del Golfo’.
La impunidad en los casos de violencia en Tibú es un problema estructural que fomenta la repetición de estos hechos. A pesar de las denuncias y las investigaciones, pocos responsables son llevados ante la justicia. Este contexto de violencia tiene sus raíces en el conflicto armado interno, que ha dejado profundas cicatrices en la región.
Declaraciones de las autoridades
El coronel Carlos Martínez, comandante de la Policía de Norte de Santander, afirmó que están trabajando para esclarecer los hechos: «Estamos adelantando las investigaciones para determinar los móviles del crimen y dar con los responsables». Por su parte, el alcalde de Tibú, Nelson Leal, condenó la masacre y exigió justicia: «No podemos permitir que estos hechos sigan ocurriendo en nuestro municipio. Exigimos que se investiguen a fondo y se castigue a los culpables».
Reacciones de la comunidad
La comunidad de Tibú se encuentra conmocionada y temerosa tras la masacre. Muchos habitantes expresan su preocupación por la escalada de violencia en la región y piden a las autoridades que tomen medidas para garantizar su seguridad. También han organizado protestas y plantones para exigir justicia para las víctimas.