El exdirector de la UNGRD mantiene sus acusaciones de corrupción

El exdirector de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Olmedo López, continúa revelando detalles de un supuesto caso de corrupción en el gobierno del presidente Gustavo Petro, al que califica como el más grande hasta el momento.

En una entrevista reciente, López expresó su decepción y lamentó que le hayan fallado a Colombia y a los más necesitados. A pesar de reconocer que el presidente Petro no estaba al tanto de los hechos, destacó que el Pacto Histórico, el movimiento político que llevó a Petro al poder, se vio infiltrado por sectores de la vieja política tradicional colombiana.

Un supuesto "cónclave" y reuniones cuestionables

López reveló detalles sobre un supuesto "cónclave" que, según él, fue el epicentro de una trama de sobornos dentro de la UNGRD. Afirmó que esta orden se transmitió en noviembre y calificó el evento como un encuentro de directivos y algunos ministros. Señaló que un ministro clave tiene mucho que revelar al país, aludiendo al ministro del Interior, Luis Fernando Velasco.

López también mencionó reuniones con los presidentes del Senado, Iván Name, y de la Cámara, Andrés Calle, quienes presuntamente recibieron millonarias sumas de dinero para facilitar la aprobación de reformas del Gobierno en el Congreso. Además, López señaló al presidente de la Comisión de Acusaciones, Wadith Manzur, implicando que las dinámicas corruptas no se limitaban a un solo partido político, sino que involucraban una mezcla de congresistas, incluso opositores al Gobierno.

Reacciones y solicitudes

El ministro Velasco ha respondido duramente a las acusaciones de López, calificándolo de "ladrón" y prometiendo enfrentarlo. Sin embargo, López insiste en que compartió espacios importantes con el ministro y niega que Velasco desconozca estas reuniones.

López agradeció a la fiscal general de la Nación por el esquema de testigo protegido que le ha brindado, pero solicitó mayor seguridad para él y su familia, abogados y otros involucrados en revelar la verdad.

El escándalo incluye una posible repartija de 4.000 millones de pesos en sobornos a los presidentes del Senado y la Cámara. López admitió que, aunque él dio la orden, fue una decisión personal y no recibió instrucciones específicas. Aclaró que esos recursos públicos deben ser reintegrados.

Finalmente, López detalló otros casos de corrupción, además de los sobrecostos de los carrotanques en La Guajira. Reveló que el monto total involucrado asciende a 380.000 millones de pesos, dividido entre 180.000 millones comprometidos en proyectos para beneficiar a congresistas y 200.000 millones que "tenían propietario".