Petro y Mancuso: un encuentro que oscureció a las víctimas

El encuentro entre el presidente Gustavo Petro y el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso ha generado un profundo malestar en Colombia. Las víctimas del conflicto armado, que aún esperan verdad, justicia y reparación, se sienten traicionadas por este gesto del mandatario.

Un gesto cargado de simbolismo

El encuentro, que tuvo lugar en Montería, Córdoba, durante la entrega de tierras a víctimas del conflicto, estuvo cargado de simbolismo. Petro y Mancuso intercambiaron sombreros vueltiaos, típicos de la región, y se saludaron con camaradería. Este gesto fue visto por muchos como una falta de respeto hacia las víctimas, considerando el historial criminal de Mancuso.

Mancuso, un verdugo sin castigo

Mancuso es acusado de más de 24.000 delitos, entre ellos homicidios, desplazamiento forzado y narcotráfico. Fue extraditado a Estados Unidos en 2008, donde cumple una condena de 15 años de prisión. Su regreso a Colombia sin enfrentar la justicia ha indignado a las víctimas y a quienes luchan contra la impunidad.

El papel de Petro en la "paz total"

Petro ha defendido su encuentro con Mancuso argumentando que es necesario para avanzar en su política de "paz total". El mandatario considera que Mancuso puede aportar información valiosa sobre el conflicto armado y los vínculos entre grupos paramilitares y políticos.

Las víctimas, las grandes olvidadas

Sin embargo, las víctimas del conflicto sienten que sus derechos y su dignidad están siendo pisoteados. Consideran que el encuentro entre Petro y Mancuso es un insulto a su memoria y a la lucha que han llevado a cabo durante décadas.

Un encuentro que divide al país

El encuentro entre Petro y Mancuso ha dividido al país. Algunos sectores apoyan el gesto del presidente, argumentando que es necesario para lograr la paz. Otros lo condenan, considerando que es una traición a las víctimas y un despropósito político.

Conclusión

El encuentro entre Gustavo Petro y Salvatore Mancuso ha generado una profunda controversia en Colombia. Las víctimas del conflicto armado se sienten traicionadas, mientras que el presidente defiende su gesto como un paso necesario hacia la paz. El tiempo dirá si esta estrategia de "paz total" logrará reconciliar al país o profundizará las heridas del pasado.