Rafael González, el cuidador de motos herido en Jamundí, lucha por su vida

Rafael González, quien resultó gravemente herido en la explosión del pasado 12 de junio en el centro de Jamundí, sigue luchando por su vida en la Fundación Valle del Lili, en Cali. Su pronóstico inicial era tan crítico que incluso algunas informaciones preliminares lo habían declarado muerto, pero el señor se recupera de sus lesiones.

En una reciente visita, el personero de Cali, Gerardo Mendoza, conoció a través de uno de sus familiares que le fue amputado su brazo derecho. Su condición, sin embargo, sigue siendo estable y en recuperación.

Asistencia institucional

El personero Mendoza señaló que "el señor Rafael recibió atención médica en Cali, por eso vamos a iniciar todo lo que administrativamente esté a nuestro alcance para que su hijo sea reconocido como apoyo y se recepcione en la Personería de Cali, la declaración del hecho victimizante para la activación de la ruta a través de la secretaría de Bienestar Social y poderlos institucionalmente asistir para brindar albergue, apoyo de alimentos, kit de aseo y apoyo de arrendamiento".

Agregó que "mientras la Unidad de Víctimas reconoce a don Rafael como víctima del conflicto armado, seguidamente se iniciará el proceso de reparación o indemnización administrativa a que haya lugar".

El atentado

La mañana del 12 de junio, mientras Rafael González cuidaba motos, le explotó un artefacto instalado en una de las motocicletas que acababa de llegar al sector de la esquina de una entidad financiera. El impacto de la onda explosiva lo afectó de manera frontal, produciéndole quemaduras de segundo grado en cara, cuello y pecho, y graves heridas en el tórax y en el abdomen.

Rafael González había llegado a Jamundí hacía más de un año, procedente de Venezuela, buscando un mejor porvenir. Había caminado hasta tener ampollas en los pies y había vivido casi de la caridad en ciudades del interior del país, en medio del frío o elevadas temperaturas, hasta llegar a Cali y luego al municipio vecino.

En el atentado terrorista perpetrado por disidencias, además del cuidador de motos, también resultaron afectados dos policías que pasaban por el lugar cuando fue accionado el explosivo. El personero explicó que los uniformados ya fueron dados de alta y se encuentran en un proceso alentador de recuperación, con el acompañamiento de la Personería de Santiago de Cali, como organismo garante de los derechos humanos, siempre en favor de las víctimas.

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