El legado histórico de San Sebastián: el primer asentamiento español en América

En las inmediaciones del Cerro del Águila y a tan solo cuatro kilómetros del casco urbano de Necoclí, miembros de la Asociación Pedazos de Nuestra Historia han desenterrado vestigios de un pasado fascinante que se remontan al primer asentamiento español en tierra firme americana.

Huellas del pasado

Herraduras de caballos, espadas, monedas, cerámica europea y decoraciones militares son solo algunos de los artefactos descubiertos en la vereda de San Sebastián, ahora resguardados en un museo comunitario para el disfrute de locales y visitantes.

El arribo de Ojeda

En 1509, Alonso de Ojeda, nombrado gobernador de Nueva Andalucía por el rey Fernando V de España, arribó a las costas del golfo de Urabá. Buscando el legendario río del Darién, rico en oro y poblado por indígenas belicosos, Ojeda y sus hombres desembarcaron en un lugar que bautizaron como San Sebastián, con la esperanza de protección contra las flechas envenenadas que abundaban en la zona.

Resistencia indígena

Sin embargo, la ocupación española fue efímera. Los indígenas Urabá, conocidos por su ferocidad, atacaron el poblado en menos de un mes, obligando a los españoles a huir. El líder de la resistencia, Luis Múnera, contó que los métodos violentos de conquista de Ojeda impidieron cualquier intento de convivencia pacífica.

Un hito histórico

A pesar del corto periodo de dominio español, San Sebastián marcó un hito histórico como el primer asentamiento europeo en tierra firme americana. Hoy, el legado de este pasado se conserva en el museo comunitario, donde los visitantes pueden conocer la historia de las aproximadamente 1.000 piezas arqueológicas expuestas, algunas donadas por la comunidad y otras recuperadas por la asociación.

El valor de la memoria

El trabajo de la Asociación Pedazos de Nuestra Historia no solo ha desenterrado objetos del pasado, sino que también ha reavivado el sentido de pertenencia histórica entre los habitantes de Necoclí. El antropólogo Juan Camilo Ritoré, miembro de la asociación, destaca la importancia de comprender la resistencia indígena y el valor de preservar la memoria histórica para construir un futuro más pleno.