El uso de playas en Santa Marta es libre y nadie puede impedir el acceso a estas. Así quedó demostrado tras un incidente ocurrido entre una bañista y un vigilante de un hotel en el sector de El Rodadero.

¿Qué pasó?

La mujer llegó a la playa y quiso utilizar una silla para dejar sus cosas y tomar el sol. Sin embargo, el vigilante no la dejó entrar, argumentando que no podía utilizar sillas que no fueran las del hotel.

¿Qué dice la Policía?

Ante la negativa del vigilante, la mujer solicitó la intervención de la Policía, que le aclaró que el uso de las playas es libre y que nadie podía prohibirle el acceso. El agente le explicó que podía utilizar cualquier tipo de silla, incluso una silla blanca.

¿Qué dice el hotel?

El vigilante del hotel no pudo justificar su negativa a dejar entrar a la mujer a la playa. Finalmente, tuvo que permitirle el acceso y no ponerle más obstáculos.

¿Qué dice la ley?

La Constitución colombiana garantiza el libre acceso a las playas y prohíbe cualquier tipo de discriminación por parte de particulares. La Ley 20 de 1974 también establece que las playas son bienes de uso público y que nadie puede impedir su uso.

¿Qué dicen los expertos?

Los expertos en derecho constitucional y administrativo coinciden en que las playas son espacios públicos de uso libre y que nadie puede impedir el acceso a estas. Destacan que el derecho al libre acceso a las playas es fundamental para el disfrute de los ciudadanos y que cualquier intento de privatizarlas es ilegal.