El enfado del Euromed: Un servicio deficiente indigna a los viajeros

El servicio ferroviario entre Valencia y Barcelona, el Euromed, se encuentra en un estado deplorable, provocando retrasos constantes, horarios poco prácticos e impuntualidad crónica. Los usuarios expresan su frustración y decepción, afirmando que el servicio es ineficaz, irregular y deficiente.

A pesar de las reducciones en el precio de los billetes e incluso la gratuidad, el mal servicio desincentiva el uso del transporte público. Los retrasos, como el de casi una hora experimentado por el periodista Andreu Escrivà Garcia (El País), son habituales y apenas reciben una disculpa por megafonía.

Un problema cotidiano

El Euromed es un nexo esencial entre dos grandes ciudades, pero su servicio está fosilizado, anclado en un pasado que no refleja las necesidades del siglo XXI. Los horarios imposibilitan las reuniones sin gastos de hotel, el trayecto es excesivamente largo y las frecuencias son escasas.

Los retrasos tienen graves consecuencias, ya que afectan a la conexión con otros medios de transporte, como el metro y los autobuses. La red de metro de Valencia, según un usuario habitual, no es comparable a la de otras ciudades europeas, y su horario finaliza cuando la ciudad aún está activa.

El drama de los cercanías

La situación de los trenes de cercanías es aún peor, con interminables listas de trenes suprimidos o retrasados sin explicaciones. Su uso se convierte en ilógico, ya que es más lento y caro que el vehículo privado.

"De nada sirven las bajadas del precio de los billetes del transporte público -e incluso la gratuidad- si se ofrece un servicio pésimo, irregular e ineficaz. ¿Lo pillas?"

Andreu Escrivà Garcia, El País

El mal estado del transporte público desalienta a los ciudadanos a abandonar sus vehículos privados, lo que socava los esfuerzos para mitigar el cambio climático. Los usuarios demandan un servicio de calidad, eficiente y puntual que responda a las necesidades del siglo XXI.