Estudio revela por qué Lucy, nuestro ancestro homínida, no era una gran corredora

Lucy, nuestro antepasado homínida, no era una gran corredora como los humanos modernos. Un nuevo estudio explica las razones de esta limitación.

Velocidad limitada y alto consumo energético

Según el estudio, Lucy solo podía alcanzar una velocidad máxima de aproximadamente 18 km/h (11 mph), significativamente más baja que la de un humano promedio que corre a unos 22 km/h (13,5 mph). Además, correr a esta velocidad le costaba entre 1,7 y 2,9 veces más energía que a un humano moderno.

Anatómica desventajosa

La anatomía de Lucy, con sus brazos largos, torso robusto y piernas cortas, limitaba su capacidad para correr eficientemente. La forma de su tendón de Aquiles y los músculos de la pantorrilla también contribuían a su limitada capacidad para correr.

Comparación con los humanos modernos

Los humanos modernos poseen un tendón de Aquiles largo y elástico que actúa como un resorte, lo que permite aprovechar mejor la energía en cada zancada. Lucy carecía de esta adaptación, lo que comprometía su eficiencia al correr.

Implicaciones de la limitada capacidad para correr

La limitada capacidad para correr de Lucy podría haber obstaculizado su capacidad para escapar de depredadores o cubrir largas distancias en busca de alimento. Esto sugiere que la capacidad de correr eficientemente fue una adaptación clave que surgió más tarde en la evolución humana.

Necesidad de investigaciones adicionales

El estudio, publicado en la revista LiveScience, es el primero en estimar directamente la capacidad para correr de un Australopithecus afarensis utilizando modelos musculoesqueléticos. Los investigadores señalan que se necesitan estudios adicionales para obtener una comprensión más completa de las diferencias entre el movimiento de los australopitecinos y los humanos modernos.

“Este es un estudio importante que arroja luz sobre las capacidades físicas de nuestros antepasados homínidos”, dijo el Dr. David Raichlen, coautor del estudio.