Picsil, un gigante del ‘crossfit’ que nació en la cocina familiar

Picsil, una marca especializada en equipamiento para CrossFit, se ha convertido en un referente en el sector gracias a su innovación y expansión internacional.

Los orígenes humildes

La historia de Picsil comienza en Cintruénigo, Navarra, en 2012. Los hermanos Pablo y Jesús Miguel Silva, de 38 años, decidieron crear su propia marca de calleras, unos accesorios que protegen las manos durante los ejercicios de CrossFit, tras la petición de su primo.

Sin conocimientos previos sobre el funcionamiento de una empresa, los hermanos se lanzaron a la aventura con pasión y determinación. Empezaron cosiendo sus primeras calleras en la mesa de la cocina de su madre.

Crecimiento y expansión

El auge del CrossFit en Europa propició el crecimiento de Picsil. En 2015, los hermanos alquilaron una nave en su pueblo natal para aumentar la producción y mejorar las ventas.

La internacionalización llegó en 2019 con la apertura de una delegación en Miami, Estados Unidos, cuna del CrossFit. En 2022, Picsil se expandió a Latinoamérica con una delegación en Ciudad de México.

Éxito y liderazgo

La innovación y la calidad de sus productos han convertido a Picsil en una de las empresas líderes del sector del CrossFit en Europa. En 2018, encabezó la venta de calleras y en 2023 alcanzó una facturación de 10 millones de euros y unos beneficios de 600.000 euros.

Picsil colabora con atletas de élite y patrocina eventos de renombre como los CrossFit Games.

Misión y valores

El objetivo de Picsil es democratizar el CrossFit, quitando los prejuicios y haciéndolo accesible a todo tipo de personas, desde niños hasta mayores de 80 años.

«Queremos que el CrossFit sea un deporte para todos. No es un mal deporte. Hay muchos prejuicios. Lo practica todo tipo de gente: desde niños hasta mayores de 80 años»

Pablo Silva, consejero delegado de Picsil

Actualmente, Picsil vende sus productos en más de 40 países y cuenta con un equipo de 40 personas, siendo su sede central Cintruénigo.