El auge de los albergues con colchones inflables en Madrid

Debido a la llegada masiva de inmigrantes, ha aumentado la demanda de alojamiento económico en Madrid. Esto ha llevado al auge de los albergues que ofrecen habitaciones con camas inflables, a pesar de que esta práctica es ilegal.

Una noche de lujo por 120 euros

Un periodista de El País se registró en uno de estos albergues, Hostel Thirty One, y pagó 120 euros por noche. El recepcionista le advirtió que era mucho dinero para un albergue y le explicó que el precio había subido debido a la alta demanda.

El albergue tenía cinco habitaciones compartidas con literas equipadas con colchones inflables. A pesar de las condiciones básicas, el albergue estaba lleno de huéspedes, principalmente hombres inmigrantes.

Un negocio ilegal

El uso de colchones inflables en los albergues está prohibido por el decreto 65/2013 de la Comunidad de Madrid. La norma permite las habitaciones colectivas, pero exige que las camas sean literas tradicionales. Además, las habitaciones deben tener un tamaño mínimo de 2,5 metros cuadrados por persona, lo que no se cumple en estos albergues.

La dueña de Hostel Thirty One, Liu Dongfei (también conocida como Sofía), ha negado ser la propietaria de los albergues. Sin embargo, ha tenido problemas con las autoridades en el pasado. En 2021, otro de sus albergues, Casa Sofía, fue clausurado por una plaga de chinches.

Condiciones precarias

Los huéspedes de estos albergues se resignan a aceptar las condiciones precarias debido a los bajos precios. Los colchones inflables son incómodos y las habitaciones suelen estar sucias, mal ventiladas y ruidosas.

Algunos huéspedes han denunciado robos y maltrato por parte del personal. A pesar de estas quejas, muchos siguen alojándose en estos albergues debido a la falta de alternativas asequibles.

Medidas de las autoridades

La Consejería de Turismo de la Comunidad de Madrid ha iniciado actuaciones contra estos albergues. Se han realizado inspecciones y se han abierto expedientes sancionadores. Además, cuatro de estos albergues ni siquiera tienen licencia de funcionamiento.

Booking.com, la plataforma de reservas donde se anuncian estos albergues, está investigando de manera urgente. La empresa ha implementado un mecanismo para que las autoridades denuncien a las propiedades infractoras.