Altagracia Gómez y Lázaro Cárdenas, con roles definidos en el gabinete de Sheinbaum
Los futuros funcionarios tendrán una relación más directa con la jefa de Gobierno electa
Altagracia Gómez y Lázaro Cárdenas Batel ya tienen definidas las funciones que desempeñarán en el gabinete de Claudia Sheinbaum, tras el anuncio de la virtual presidenta electa de revivir la Jefatura de la Oficina de Presidencia y nombrar a Cárdenas como titular.
Esta figura, extinta desde la salida del empresario Carlos Romero Deschamps, volverá a tener un papel relevante en la gestión de Sheinbaum, coordinando el gabinete y dando seguimiento a los proyectos prioritarios.
Ante los vínculos de Altagracia Gómez con el sector empresarial, surge la incógnita sobre su papel en el sexenio de Sheinbaum. Sin embargo, según Enrique Quintana, la virtual presidenta electa dejará en manos de la Oficina de Presidencia las áreas operativas que sí tuvo a su cargo Alfonso Romo en el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Mientras Lázaro Cárdenas se encargará de la coordinación del gabinete y los proyectos prioritarios, Altagracia Gómez mantendrá su relación con el sector empresarial, ámbito en el que tiene amplio reconocimiento.
La relación con el sector empresarial
Altagracia Gómez ha construido una sólida relación con el sector empresarial durante la campaña de Claudia Sheinbaum. Su juventud y su cercanía a los organismos empresariales y empresarios relevantes le han permitido establecer una base sólida para su gestión.
Se espera que Altagracia Gómez desempeñe un papel clave en la coordinación entre el Gobierno y el sector empresarial, aprovechando sus contactos y su conocimiento del ámbito.
La virtual presidenta electa ha anunciado la creación de un nuevo organismo para esta coordinación, lo que refuerza la importancia que tendrá el sector empresarial en su administración.
Una relación directa con la presidenta electa
Tanto Lázaro Cárdenas como Altagracia Gómez tendrán una relación más directa con Claudia Sheinbaum que la que tuvieron sus predecesores.
Esto se debe al estilo de gestión de Sheinbaum, que requiere un apoyo cercano y constante. Además, la virtual presidenta electa ha dejado claro que no delegará protagonismos personales, sino que trabajará en equipo con sus colaboradores.