El gasto en salud de los hogares mexicanos ha aumentado considérablemente

El Índice de Progreso Social (IPS) de México Cómo Vamos revela que el gasto en salud de las familias mexicanas ha experimentado un notable incremento entre 2018 y 2022.

Oaxaca y Michoacán, los estados con mayor aumento

En Oaxaca, el gasto promedio trimestral por familia aumentó un 82,7%, pasando de 1.103 pesos en 2018 a 2.116 pesos en 2022. En Michoacán, el aumento fue del 76,4%, pasando de 1.684 pesos a 2.972 pesos en el mismo periodo.

El deterioro de los servicios públicos de salud, una de las causas principales

El debilitamiento del sistema público de salud ha impulsado a las familias a buscar servicios en el sector privado, lo que ha disparado los gastos de bolsillo. En 2018, instituciones como el Seguro Popular y el IMSS-Prospera atendían al 42,4% de la población. Sin embargo, en 2022, estas instituciones fueron reemplazadas por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y el IMSS-Bienestar, que apenas alcanzaron una cobertura del 13,5%. Esto significó una caída de 28,9 puntos porcentuales en la cobertura pública de salud durante los primeros cuatro años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

El IPS advierte que este deterioro tiene implicaciones importantes en términos de progreso y movilidad social, especialmente en los estados con mayor rezago.

Los consultorios adyacentes a farmacias, los principales beneficiados

El análisis del IPS revela que los mayores beneficiados de este reacomodo han sido los consultorios adyacentes a farmacias, que en 2022 atendieron al 25,5% de la población, un aumento significativo frente al 19,1% registrado en 2018.

La pandemia de COVID-19 evidenció la necesidad de invertir en salud

Los investigadores de México Cómo Vamos subrayan que la pandemia de COVID-19 evidenció la urgencia de invertir en un sistema de salud robusto y preventivo. Sin embargo, en términos presupuestarios, México sigue por debajo de las recomendaciones internacionales. La Organización Panamericana de la Salud sugiere destinar al menos el 6% del PIB a la salud, pero el país no ha alcanzado ese nivel de gasto.

El IPS concluye que "el Estado falla en garantizar el acceso a derechos básicos como salud, y delega en los bolsillos de los hogares el acceso a servicios".