El Ayuntamiento de Barcelona eliminará todos los pisos turísticos en 2028

La teniente de alcalde de Vivienda, Laia Bonet, anunció este sábado en la radio pública catalana que los cerca de 10.000 pisos con licencia turística que hay en Barcelona dejarán de ser legales en noviembre de 2028. Esta medida forma parte del plan del gobierno municipal para garantizar el acceso a la vivienda en la ciudad.

Un problema para los vecinos y los precios de alquiler

El auge de los pisos turísticos en Barcelona ha generado numerosos problemas para los vecinos de la ciudad. El ruido, la suciedad y las molestias de los turistas han hecho que muchos residentes abandonen sus barrios. Además, los precios de alquiler se han disparado, expulsando a muchas familias de sus hogares.

Una medida necesaria para garantizar el acceso a la vivienda

La medida anunciada por el Ayuntamiento de Barcelona es un paso necesario para garantizar el acceso a la vivienda en la ciudad. Los pisos turísticos han contribuido a la gentrificación de muchos barrios, haciendo que sea cada vez más difícil para los residentes encontrar una vivienda asequible. La eliminación de estos pisos liberará un importante número de viviendas que podrán destinarse al alquiler o a la venta a precios asequibles.

Las inmobiliarias critican la medida

Las inmobiliarias han criticado la medida anunciada por el Ayuntamiento de Barcelona, argumentando que afectará negativamente al turismo en la ciudad. Sin embargo, el gobierno municipal defiende que la medida es necesaria para proteger los derechos de los vecinos y garantizar el acceso a la vivienda.

Reacciones de los vecinos

Los vecinos de Barcelona han recibido con satisfacción la medida anunciada por el Ayuntamiento. Muchos de ellos llevan años sufriendo las consecuencias negativas del auge de los pisos turísticos. Ahora esperan que la eliminación de estos pisos mejore su calidad de vida y permita que los precios de alquiler bajen.

Esther Jorquera, vecina de la Barceloneta, lleva años sufriendo los excesos del turismo. "Ahora creo que es tarde", lamenta. "Ya no solo son un problema los pisos turísticos. El problema es el turismo en general disfrazado de cualquier cosa. Ahora viene gente con un poder adquisitivo que multiplica el nuestro y pueden pagar 10.000 euros al mes por un piso. La única manera de sobrevivir es con el decrecimiento turístico porque los vecinos estamos en peligro de extinción".