BBVA sacude el mercado con una OPA hostil sobre Banco Sabadell

BBVA ha sorprendido a los mercados este jueves con una oferta pública de adquisición (OPA) hostil sobre Banco Sabadell, después de que la entidad de origen catalán y con sede en Alicante rechazara la propuesta de fusión el pasado lunes. La operación ha sido recibida con críticas y protestas por parte de la clase política española.

Críticas unánimes de la clase política

Representantes de prácticamente todos los grupos del Congreso, sin importar su ideología política, han coincidido en unas críticas que suponen el primer y único consenso real en lo que va de legislatura. Los representantes socialistas del Gobierno, encabezados por el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, han sido los primeros en abrir fuego contra la propuesta de BBVA, con un rechazo absoluto. "Introduce efectos lesivos potenciales en el sistema financiero español", ha indicado.

El ministro ha concretado, en declaraciones a RTVE, que este movimiento "supondría un incremento en el nivel de concentración que podría tener un impacto negativo en el empleo y en la prestación de servicios financieros".

Según las cifras que maneja el ministro, la fusión llevaría a que Santander, BBVA y Caixabank controlaran el 70% del negocio bancario, lo que supondría que España se convertiría en el segundo país de Europa en términos de concentración bancaria.

El PP matiza su postura

Por su parte, el ministro de Industria y Turismo, el socialista Jordi Hereu, ha afeado a BBVA las formas y el fondo de la OPA sobre Banco Sabadell. Además, Hereu ha dicho que esta operación "podría tener efectos indeseables" en la estructura territorial y la cohesión territorial.

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, ha renovado sus ataques contra la posible fusión bancaria. Considera que esta operación "restringe la competencia, es de altísimo riesgo por el elevado grado de concentración bancaria que hay en nuestro país y además va a tener impacto en el empleo y singularmente en la exclusión financiera".

En el Partido Popular también han cargado contra la OPA de BBVA sobre Sabadell. El más rotundo ha sido Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana. Su rechazo es "absoluto" y considera que la operación "destruye valor, trabajo, territorio y competencia".

Posteriormente, la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo ha matizado que el PP "respeta los acuerdos a los que puedan llegar empresas privadas" y pide esperar al dictamen del Banco de España y la CNMC. Indican además que se debe asegurar que la operación no perjudique "los puestos de trabajo, así como los derechos de los clientes y usuarios de los entidades". Además, tilda de "sobreactuación" la puesta en escena del Ejecutivo, al indicar que el Gobierno conocía la fusión y no se ha pronunciado hasta 4 días antes de las elecciones.

Inquietud en Vox y los partidos nacionalistas catalanes

Su rival político, Vox, también ha expresado su inquietud. Santiago Abascal, su presidente, ha expresado que "la concentración de poder bancario es un elemento que tiene que hacernos ponernos en guardia, porque va en contra de sus derechos". Con todo, ha aclarado que se trata de una reflexión general y no respecto a la OPA.

La operación ha entrado con fuerza en la campaña electoral catalana, dada la importancia y peso que tienen ambas entidades en Cataluña, en particular el Sabadell. Por ello, Alejandro Fernández, candidato del PP a la Generalitat de Cataluña, ha expresado su inquietud. "Me preocupa enormemente que la OPA hostil al Sabadell afecte negativamente a las pymes catalanas y a la libre competencia. No me gusta", ha asegurado en su cuenta de Twitter.

El socialista Salvador Illa ha compartido esta visión. "No lo veo. Primero, por una cuestión de competencia, es una excesiva concentración en el sector financiero". También ha apuntado que está en contra de la decisión del BBVA por una cuestión de poder de decisión en Cataluña y de formas, y ha dicho: "Mi opinión es que ojalá no prospere".

Los partidos nacionalistas catalanes también han compartido las críticas a la operación de BBVA. Pere Aragonès, presidente de la Generalitat y candidato por ERC, admite que "hay preocupación".

"El Banco Sabadell tiene la sede operativa en Cataluña y que es una entidad muy vinculada a la economía catalana, con que con la fusión podría hacer que perdiera peso en nuestra economía, también a la hora de dar crédito. Y que toda fusión bancaria comporta una reducción de plantilla y esto afectaría tanto al Banco Sabadell como al personal del BBVA", ha añadido.

La consellera de Economía de la Generalitat, Natàlia Mas, una de las voces más relevantes de ERC, ha pedido por carta a la vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Competencia, Margrethe Vestager, que las autoridades europeas no avalen la entidad que resultaría de la OPA hostil planteada por BBVA sobre Banco Sabadell.

La petición también se ha trasladado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), ha informado en rueda de prensa. "Este Govern no se quedará impasible ante un riesgo para la economía catalana y para el interés general de este país".

El consenso político no se traslada al ámbito empresarial

El líder de Junts, el independentista Carles Puigdemont, también se ha expresado en los mismos términos. Considera que la OPA "debe ser respondida con la fuerza, el Derecho y la razón". Ha añadido que "hace tiempo que existe una estrategia para liquidar la actividad bancaria catalana, y esto perjudica a los usuarios y perjudica al país".

Curiosamente, el consenso político no se ha trasladado al ámbito empresarial. Antonio Garamendi, presidente de CEOE, ha pedido respeto para la decisión de BBVA. Las empresas "son libres de actuar, de participar y de hacer ofertas o no" y reclamado "respeto" a las decisiones que se tomen desde el ámbito privado y que se deje trabajar a las empresas. "Hay una oferta, los accionistas decidirán".

Sin embargo, la patronal catalana Foment del Treball y la valenciana Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV) no comparten esta postura.

Rechazan la OPA porque "restringiría todavía más el abanico de posibilidades de financiación de las empresas". Además, desde su punto de vista, la concentración bancaria "ya es muy elevada" y la operación de fusión por absorción "elevaría la concentración en la oferta de crédito y prestación de servicios financieros a empresas y ciudadanos".