Grifols adelanta los cambios en su cúpula directiva ante la posible OPA de Brookfield

Nacho Abia asume todos los poderes ejecutivos. El cambio estaba previsto para febrero de 2025

Grifols ha anunciado este lunes un cambio en su cúpula directiva, en pleno proceso de la posible OPA de exclusión de Brookfield y la familia fundadora. El consejo de administración ha acordado que Thomas Glanzmann pase a ocupar el cargo de presidente no ejecutivo para centrarse únicamente en las responsabilidades del propio consejo, tras haber finalizado de manera satisfactoria el periodo de transición de Nacho Abia como CEO.

Este cambio, que estaba previsto para febrero del año que viene, se adelanta debido a la rápida y efectiva transición de Nacho Abia como CEO. De esta manera, la compañía fortalece su gobierno corporativo y establece una clara división entre el consejo y la gestión ordinaria.

Glanzmann, centrado en el consejo

Thomas Glanzmann, quien fue designado presidente ejecutivo en febrero de 2023, dedicará sus esfuerzos exclusivamente a presidir el consejo. Su objetivo es seguir fortaleciendo el gobierno corporativo de la sociedad, establecer una clara división entre el consejo y la gestión ordinaria de Grifols, y concluir el plan de transición a largo plazo iniciado en 2022.

El consejo agradece a Glanzmann su dedicación y compromiso en el traspaso de todas las responsabilidades ejecutivas a Abia, lo cual ha sido clave para acelerar la transición. Abia, tras la exitosa transición, será de ahora en adelante el único miembro del consejo con funciones ejecutivas en la sociedad. El directivo seguirá priorizando el crecimiento del negocio, la reducción de la deuda y las mejoras continuas en el flujo de caja libre de la empresa.

Sin más cambios en el consejo

En un comunicado posterior, la empresa ha señalado que no se prevén más cambios en los otros 11 miembros del consejo de administración. Así, Montserrat Muñoz seguirá ostentando el cargo de consejera coordinadora independiente (Lead Independent Director). Según la compañía, a pesar de que dicha figura ya no es legalmente necesaria, puesto que el presidente no tendrá funciones ejecutivas, el consejo ha considerado que dicha posición es de especial importancia en la gobernanza de la compañía y, por consiguiente, ha decidido mantenerla.

Asimismo, y de conformidad con la normativa aplicable, Thomas Glanzmann ya no ostenta la categoría de “consejero ejecutivo” al haber dejado de desempeñar funciones de dirección, por lo que pasa a tener la categoría de “consejero otros externos”.

Declaraciones de Glanzmann

“Grifols está bien posicionada para el futuro y creo que ahora donde mejor puedo servir a los intereses de la compañía es desde la presidencia no ejecutiva. A partir de hoy, dedicaré toda mi energía y atención al consejo y a sus responsabilidades, asegurándome de que seguimos tomando las decisiones correctas en el mejor interés de todos los stakeholders de Grifols”, ha dicho Glanzmann.

Tensión en el capital

El movimiento llega, igualmente, en un momento de tensión en el capital. La pasada semana, tres fondos estadounidenses, Flat Footed, Mason Capital Management y Sachem Head Capital Management, comunicaron que se han hecho con un 7,7% del capital, y han pedido designar un consejero. De hecho, han propuesto para el cargo al ejecutivo de la industria farmacéutica Paul Herendeen.

La tormenta sobre Grifols comenzó a principios de año, tras las acusaciones de maquillaje de cuentas lanzadas por la gestora bajista norteamericana Gotham City Research. Unas acusaciones que la farmacéutica ha rechazado, iniciando un proceso judicial en EE UU. En cualquier caso, Grifols vive envuelta en una crisis bursátil desde entonces. Pese al rebote de las últimas semanas, al calor de la posible OPA de Brookfield, las acciones de la compañía se dejan más de un 30% desde principios de año, y cotizan por debajo de los 10 euros.