La inauguración de la planta Ebro Factory consolida el nuevo acercamiento entre Cataluña y China

La puesta en marcha de la factoría donde la alianza entre la compañía china Chery y la catalana EV-Motors fabricará su vehículo eléctrico Ebro, celebrada ayer en la Zona Franca de Barcelona, no solo culmina la gran operación que logró reindustrializar la antigua fábrica de Nissan. El acto, que contó con la presencia de representantes de todas las Administraciones y del Gobierno chino, también corona un progresivo cambio en las relaciones entre Cataluña y China tras un periodo de distanciamiento debido al procés.

De la normalidad comercial a la política

A la normalización de las relaciones comerciales se ha sumado la política con una imagen insólita: un jefe del Govern recibiendo la visita de un presidente de la Asamblea Popular Nacional China, la tercera autoridad del país.

Las gestiones para evitar que la marcha de la empresa japonesa de automóviles, en diciembre de 2021, no afectara al tejido industrial catalán son mérito del anterior Ejecutivo liderado por Pere Aragonès. El presidente Salvador Illa no ha tenido problema en reconocerlo. "Es un ejemplo de generación de prosperidad", ha afirmado Illa, quien ha señalado que es el camino a seguir para que Cataluña continúe siendo "el motor de España".

Para el ministro de Industria, Jordi Hereu, el proyecto, que prevé alcanzar una producción de 20.000 unidades en 2025 y mantener los más de 1.200 puestos de trabajo perdidos con la salida de Nissan, supone "un gran paso adelante en nuestra estrategia para reindustrializar España". Ambos han destacado la importancia de recurrir a la cooperación como la fórmula más adecuada para afrontar las "nuevas oportunidades" y el papel de China como socio.

El embajador del país asiático, Yao Jing, ha recogido el guante en su intervención. "La colaboración económica e industrial es importante para ambos países y espero que podamos colaborar más en sectores como la alta tecnología", ha manifestado.

Relaciones en buen momento

Las relaciones entre China y España atraviesan un buen momento. La visita del presidente Pedro Sánchez a Pekín el mes pasado es una muestra de ello. De hecho, la agenda del presidente de la Asamblea Popular Nacional China, Zhao Leji, continúa hoy con un viaje a Madrid.

Sin embargo, el Gobierno catalán y las autoridades chinas también tenían su propio capítulo, marcado por las tensiones derivadas del proceso independentista que empañaron la que había sido una fluida relación comercial y política. La coincidencia temporal de las protestas en Hong Kong de 2019 con la sentencia del juicio a los líderes del procés llevó a establecer numerosos paralelismos y fue utilizada como arma arrojadiza en el ámbito político.

La coincidencia de la inauguración de la planta con la gira europea de Leji abrió la posibilidad de la visita a Cataluña. La imagen del encuentro de ayer entre la delegación china y la de la Generalitat en el Palau de Pedralbes certifica la nueva etapa a nivel político.

Illa, en su discurso durante la inauguración de la planta, ha abogado por "ser predecibles" y evitar "golpes de timón" para garantizar la llegada de nuevas inversiones. Se estima que más de un centenar de filiales de empresas chinas están establecidas en Cataluña.

La Generalitat cuenta con delegados comerciales en China y la mitad del turismo chino que viaja a España llega a Cataluña. La normalidad de la relación entre ambos Gobiernos se vio alterada cuando, en septiembre de 2019, el entonces presidente Quim Torra equiparó el independentismo catalán con el de Hong Kong en un desayuno informativo.

Torra afirmó que si se condenaba a los líderes del procés se respondería con una gran manifestación de "desobediencia civil" como las que en esos días se estaban llevando a cabo en la isla. La presión de esas protestas efectivamente dio lugar al bloqueo de los planes de Pekín de aprobar una ley de extradición, que los independentistas consideraban que abría la puerta a recortar libertades en Hong Kong.

"Si China ha retirado el decreto de extradición a mí me parece muy relevante, muy importante", aseguró entonces Torra. Las autoridades chinas también utilizaron el procés para defenderse ante las críticas de la comunidad internacional por la respuesta policial a las manifestaciones. La portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Hua Chunying, mencionó los disturbios registrados en Barcelona tras la sentencia del juicio al procés y consideró que había una doble vara de medir por parte de las autoridades entre esos hechos y lo que sucedía en Hong Kong.

El encuentro entre Illa y Leji también allana el camino para otros proyectos pendientes entre ambos territorios. Además del desembarco de Chery, durante el anterior Ejecutivo se allanó el camino para que la química Wanhua abra un centro de investigación. También contribuye el anuncio del verano pasado de Air China de reactivar su vuelo a Shanghái desde El Prat.

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