Choque entre PSC y BComú por las terminales de cruceros en Barcelona

La aprobación de las ordenanzas fiscales del Ayuntamiento de Barcelona está en peligro después de que BComú amenazara con votar en contra de los impuestos propuestos por el PSC. El motivo del desacuerdo es la construcción de una terminal de cruceros de lujo en la ciudad.

El pasado mes de septiembre, PSC y BComú acordaron reducir el número de terminales de cruceros de siete a cinco. Sin embargo, un punto del acuerdo establece que el gobierno municipal valora positivamente la posibilidad de habilitar una miniterminal para barcos de nueva generación con capacidad para un máximo de 1.000 pasajeros.

BComú considera que esta miniterminal es la base para la construcción de una nueva terminal de cruceros y amenaza con votar en contra de las ordenanzas fiscales si el PSC no retira este punto.

El PSC, por su parte, niega que vaya a construir una nueva terminal y acusa a BComú de "poner palos en las ruedas" a los gobiernos progresistas. El gobierno municipal del PSC necesita los votos de BComú y ERC para sacar adelante las ordenanzas fiscales antes de que termine el año.

En la Comisión Extraordinaria de Economía celebrada este miércoles, tanto BComú como ERC decidieron no pronunciarse sobre el voto que emitirán en el pleno del viernes. BComú espera que el PSC reflexione y retire el punto de la miniterminal, mientras que el PSC confía en que BComú apoye las ordenanzas fiscales.

La problemática de los cruceros

El turismo de cruceros es una importante fuente de ingresos para Barcelona, pero también genera problemas como la masificación, la contaminación y el encarecimiento de la vivienda. En los últimos años, BComú ha defendido la reducción del número de cruceros y el aumento de los impuestos a las compañías navieras.

El PSC, por su parte, apuesta por un turismo de cruceros más sostenible y ha propuesto medidas como la reducción del número de terminales y la limitación del tamaño de los barcos.

El desencuentro entre PSC y BComú

El desencuentro entre PSC y BComú en el tema de los cruceros se debe a las diferentes visiones que tienen ambos partidos sobre el turismo en Barcelona. BComú defiende un modelo de turismo más sostenible y menos masificado, mientras que el PSC apuesta por un modelo más tradicional que prioriza la creación de empleo y el crecimiento económico.