España lidera iniciativa europea para cuentas de inversión con incentivos fiscales

El gobierno español está liderando una ambiciosa iniciativa a nivel europeo que busca movilizar los ahorros de los ciudadanos e impulsarlos hacia inversiones a largo plazo, especialmente en empresas y sectores estratégicos dentro de Europa. Para lograrlo, se están contemplando diversas ventajas fiscales, similares a las que ya disfrutan algunos productos financieros existentes. Según Laura Salces, periodista de Cinco Días, la propuesta cuenta con el respaldo de la Comisión Europea y se espera que esté operativa a finales de este año (Salces, 2025).

El Ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha confirmado que España está colaborando estrechamente con otros países europeos, incluyendo Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Polonia y Luxemburgo, en el diseño de una etiqueta europea de inversión a largo plazo. Esta etiqueta se aplicará tanto a vehículos de inversión ya existentes como a nuevos productos que se creen específicamente para este fin (Cuerpo, 2025).

¿Por qué esta iniciativa es importante?

El objetivo principal es canalizar los ahorros de los ciudadanos europeos hacia empresas que necesitan financiación para proyectos clave, como la transición energética, la digitalización y la mejora de la defensa europea. Existe un potencial significativo, con aproximadamente 11 billones de euros en cuentas de ahorro y depósitos bancarios que actualmente no ofrecen una remuneración atractiva para los ahorradores. Tanto el Ministro Cuerpo como la Comisaria Europea de Servicios Financieros, María Luisa Alburquerque, han destacado la importancia de ofrecer alternativas de inversión más rentables y con beneficios fiscales (Alburquerque, 2025).

«Tenemos que ser capaces de poner sobre la mesa productos que sean lo suficientemente atractivos y el trato fiscal es un punto relevante», incidió Alburquerque.

Detalles de la propuesta: Un tratamiento fiscal favorable

El primer paso en esta iniciativa es definir un conjunto mínimo de características que todos estos instrumentos de inversión deben cumplir a nivel europeo. Un elemento clave será un tratamiento fiscal favorable. Según el Ministro Cuerpo, se buscará que estos productos tengan, como mínimo, el trato fiscal más favorable que exista para cualquier otro producto competidor en cada país, eliminando así cualquier desventaja inicial (Cuerpo, 2025). Posteriormente, se intentará armonizar la fiscalidad de estos productos en la medida de lo posible, teniendo en cuenta las particularidades de cada sistema fiscal nacional.

Posibles incentivos fiscales:

  • Exención fiscal al cambiar de un fondo de inversión a otro (traspasos).
  • Deducciones en la base imponible del ahorro en el IRPF, similares a las que ofrecen los planes de pensiones.

El calendario previsto

Se espera que el diseño de la etiqueta y de una nueva cuenta de inversión a largo plazo esté finalizado en los próximos tres meses, con el objetivo de tenerlo todo listo para finales de otoño. La meta es que cualquier producto que cuente con esta etiqueta paneuropea sea fácilmente identificable y que los ahorradores europeos puedan saber con claridad a dónde se está destinando su dinero (Cuerpo, 2025).

«Queremos que cualquier producto que tenga esta etiqueta de producto de inversión paneuropeo sea fácilmente identificable y que facilite a los ahorradores europeos a que sepan a dónde está yendo su dinero», reconoció el ministro.

La situación actual en España: Incentivos fiscales limitados

Actualmente, la oferta de productos de inversión en España con un trato fiscal favorable es relativamente reducida. Los fondos de inversión son atractivos debido a la exención de tributación en los traspasos entre vehículos. Los planes de pensiones y los fondos indexados también disfrutan de este incentivo, pero las acciones y los fondos cotizados (ETF) no. Esta disparidad ha generado reclamos por parte del sector, que busca una equiparación en el tratamiento fiscal (BME, 2024).

Los planes de pensiones individuales permiten desgravar hasta 1.500 euros anuales en la base imponible del ahorro en el IRPF, una cifra que se ha reducido significativamente en los últimos años. El gobierno actual ha priorizado los planes de empleo, que ofrecen un límite de desgravación más alto (hasta 8.500 euros al año), aunque este vehículo aún no ha alcanzado su máximo potencial.

Modelos a seguir en Europa

España está analizando diversas iniciativas europeas exitosas para fomentar el ahorro a largo plazo, como la cuenta de ahorro sueca, que ha tenido una gran acogida. También se están estudiando ejemplos como el plan de ahorro francés, que permite invertir en empresas cotizadas europeas con exenciones fiscales en las plusvalías (siempre y cuando no se retiren los fondos antes de cinco años y con un límite de 150.000 euros por ahorrador), y la cuenta de ahorros británica. En Italia, la compra de deuda pública nacional está bonificada fiscalmente (Alburquerque, 2025).

La iniciativa española, en colaboración con otros países europeos y con el apoyo de la Comisión Europea, representa un paso importante para movilizar el ahorro de los ciudadanos e impulsar la inversión en sectores clave para el futuro de Europa. La implementación de ventajas fiscales atractivas y la creación de productos de inversión paneuropeos transparentes y fácilmente identificables serán cruciales para el éxito de esta ambiciosa iniciativa.