Los reguladores energéticos de México enfrentan recortes presupuestarios importantes
Los organismos reguladores de energía de México, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), están programados para recibir importantes recortes presupuestarios en 2025, según el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación.
Recortes presupuestarios profundos
El proyecto de presupuesto asigna a la CRE y la CNH un recorte del 32,9% en términos reales en comparación con sus presupuestos de 2024. Este recorte es parte de un esfuerzo más amplio del gobierno para reducir el gasto en agencias reguladoras.
El presupuesto propuesto para la CRE es de solo 199,9 millones de pesos, mientras que la CNH recibiría 173,3 millones de pesos. Estos recortes afectarán significativamente las operaciones de los reguladores, lo que provocará una menor eficiencia en el procesamiento de permisos y una supervisión reducida.
Reducción de personal
A pesar de los recortes presupuestarios, el número de empleados en la CRE y la CNH se mantendrá sin cambios. Sin embargo, este número es significativamente menor que los niveles de personal de 2018, lo que sugiere una mayor carga de trabajo para los empleados restantes.
Contexto histórico
Los recortes presupuestarios son parte de una tendencia más amplia de reducción de los recursos para los reguladores energéticos mexicanos. Desde 2018, el gasto en reguladores ha disminuido en más del 48% en términos reales, lo que ha obstaculizado su capacidad para cumplir eficazmente con sus mandatos.
"Esta tendencia de 'secar' a los reguladores energéticos ha dificultado que cumplan con sus responsabilidades de manera efectiva", dijo Esther Herrera, analista de Monitor Energético. "Los recortes presupuestarios tendrán un impacto negativo en la regulación y supervisión del sector energético de México".
Implicaciones para el sector energético
Los recortes presupuestarios tendrán implicaciones de gran alcance para el sector energético de México. La menor eficiencia en el procesamiento de permisos podría retrasar los proyectos energéticos y aumentar los costos para las empresas. Además, la supervisión reducida podría generar preocupaciones sobre la seguridad y el cumplimiento ambiental.
Los recortes presupuestarios también son una señal de que el gobierno está reduciendo su compromiso con la regulación independiente en el sector energético. Esto podría generar incertidumbre para los inversores y dificultar la atracción de inversiones en el sector.