La incertidumbre económica se apodera del mundo tras las políticas arancelarias de Trump
La economía global está navegando por aguas turbulentas, y las previsiones económicas que se tenían a principios de año se están desmoronando rápidamente. La principal razón detrás de esta revisión es la creciente incertidumbre generada por la guerra comercial desatada por la administración de Donald Trump. Lo que comenzó como una serie de amenazas se ha convertido en una realidad que está sacudiendo los mercados financieros y amenazando con frenar el crecimiento global.
Inicialmente, instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) restaron importancia al impacto de las políticas arancelarias de Trump. Sin embargo, la magnitud de la escalada arancelaria ha obligado al FMI a admitir el «riesgo significativo» que representa para las perspectivas mundiales, según González, A. (2025). Ahora, el organismo se prepara para revisar a la baja sus previsiones de crecimiento en su próxima reunión en Washington.

El desplome de los mercados y la depreciación del dólar
La guerra comercial ha provocado una crisis en las bolsas de valores de todo el mundo, y existe la preocupación de que esta crisis se extienda al sector financiero. Los valores considerados refugio, como la deuda estadounidense y el dólar, han experimentado fuertes caídas, lo que refleja la creciente aversión al riesgo entre los inversores.
Según Gave, L. V., consejero delegado de Gavekal Research, «el comercio entre EE. UU. y China básicamente ha desaparecido. La relación entre las dos potencias está rota y va a seguir así». Esta ruptura en las relaciones comerciales entre las dos economías más grandes del mundo está generando una gran incertidumbre y volatilidad en los mercados financieros.

La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos ha provocado una depreciación del dólar, lo cual es inusual ya que, según la teoría económica convencional, la imposición de aranceles debería fortalecer la moneda. Sin embargo, en este caso, la aversión al riesgo y la preocupación por la sostenibilidad de la deuda estadounidense están pesando sobre el dólar. Como señala Krugman, P. (Nobel de Economía), el riesgo de una crisis financiera incipiente se ha disparado debido a esta situación.
El impacto en los consumidores y las empresas
Las políticas arancelarias de Trump están teniendo un impacto directo en los consumidores y las empresas estadounidenses. UBS estima que las medidas aprobadas por la administración de Trump representan un incremento de la tasa arancelaria media efectiva de EE. UU. del 2,5% al 24%, lo que equivale a unos 715.000 millones de dólares que pagarán mayoritariamente los consumidores y las empresas estadounidenses.
Además, según estimaciones de BNP, la carga arancelaria costará a cada familia entre 1.500 y 2.100 dólares al año, a lo que hay que sumar la pérdida de riqueza derivada de la caída de las bolsas. Algunos analistas elevan esta carga hasta los 3.800 dólares al año. Este aumento en los costos está afectando el poder adquisitivo de los consumidores y la rentabilidad de las empresas.
La respuesta de Europa y China
Ante la escalada arancelaria de Estados Unidos, Europa está tomando medidas para impulsar su propia economía. El acuerdo alcanzado en Alemania ha permitido la aprobación de un paquete masivo de estímulo fiscal que revoca el límite constitucional a la deuda pública y da luz verde a la emisión de deuda de hasta un billón de dólares para invertir en Defensa, infraestructuras y medioambiente.
Este paquete de estímulo fiscal representa una «auténtica revolución» para Europa, según Ediciones EL PAÍS S.L. (2025), que durante años ha estado constreñida por la política fiscal de ajuste germana. Se espera que este estímulo impulse el crecimiento económico en la región y compense parte del impacto negativo de la guerra comercial.
China, por su parte, también está tomando medidas para mitigar el impacto de la guerra comercial. Goldman Sachs confía en que el PIB real de China crezca un 4% en 2025 y un 3,5% en 2026, aunque reconoce que entre 10 y 20 millones de trabajadores chinos podrían estar expuestos a exportaciones destinadas a EE. UU., lo que genera preocupaciones sobre el estrés en el mercado laboral.
La amenaza a la globalización
La guerra comercial entre Estados Unidos y China está generando una gran incertidumbre y amenaza con fragmentar el comercio mundial. La directora de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, ha advertido que la confrontación entre China y Estados Unidos «conlleva implicaciones más amplias que podrían dañar gravemente las perspectivas económicas globales».
Según la OMC, la fragmentación del comercio mundial «a lo largo de líneas geopolíticas» podría resultar en una reducción a largo plazo del PIB real mundial de casi el 7%. La guerra comercial puede haber dado la puntilla, quién sabe si definitiva, a la globalización.
En conclusión, la economía global se encuentra en un momento de gran incertidumbre debido a las políticas arancelarias de la administración Trump. La escalada arancelaria está generando una crisis en los mercados financieros, afectando a los consumidores y las empresas, y amenazando la globalización. Gobiernos, organismos internacionales y casas de análisis están reevaluando cómo afectará todo esto a las perspectivas de EE. UU. y del resto de la economía global. El futuro económico global se está reescribiendo en tiempo real, y el resultado es incierto.