El euríbor cae a mínimos de dos años y acelera el alivio para los hipotecados
El mercado está dando por hecho un nuevo recorte de los tipos por parte del BCE en diciembre, y no descarta que sea de 50 puntos básicos.
La caída del euríbor está superando los pronósticos más optimistas. El indicador con el que se calculan las hipotecas variables se situó este lunes en el 2,63%, su nivel más bajo desde el 28 de octubre de 2022, hace prácticamente dos años, tras empezar la semana con una fuerte caída. La digestión de la reunión del Banco Central Europeo del pasado jueves, en la que Fráncfort acordó un nuevo recorte de los tipos de interés, está siendo lenta pero muy favorable: el viernes el euríbor se mantuvo casi plano, pero ha empezado la semana con un importante desplome.
A falta de ocho sesiones más para cerrar el mes, octubre puede suponer un considerable alivio para quienes vean revisada su cuota anual próximamente.
Sobre el escenario de una hipoteca media (140.451 euros a pagar en 23 años, según los datos del INE para 2023) con un diferencial de un punto, el ahorro ronda los 120 euros al mes o 1.440 euros al año. En julio de 2023 la media fue bastante más elevada, del 4,160%, y esa diferencia favorece ahora a los hipotecados, muy castigados en los últimos dos años.
De las 15 jornadas de octubre en que se han conocido datos, 11 se han saldado con descensos, y en solo cuatro se han experimentado subidas. Eso puede provocar que octubre viva la rebaja anual del euríbor más pronunciada desde julio de 2021, con una diferencia de unos 1,5 puntos respecto a dónde estaba hace 12 meses.
La velocidad de la bajada está dejando anticuadas rápidamente las perspectivas de los analistas. Para finales de este año, el Panel de Funcas —que reúne los pronósticos de 20 servicios de análisis— esperaba que el euríbor se situara en el 3,3% y la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) en el 3%, aunque luego redujo esa cifra al 2,8%. Bankinter también. El banco auguraba en junio que el euríbor cerraría el ejercicio en el 3,5%, pero en septiembre actualizó ese porcentaje hasta el 2,75%. Salvo cambio de rumbo, quedará por encima: la media de este mes ya es inferior, del 2,745%, y no se ven catalizadores a corto plazo para que la cosa cambie. El horizonte temporal de sus proyecciones va más allá: para 2025 el banco estima que el euríbor bajará al 2,5%, pero que para 2026 repuntará hasta el 2,75%.
El derrumbe del euríbor está alentando ya una guerra hipotecaria entre las entidades financieras, aunque la rebaja no siempre se traslada de forma inmediata a su oferta comercial, por lo que es previsible que la fase más pronunciada del abaratamiento esté todavía por llegar.
En un momento en el que los problemas de acceso a la vivienda están en un primer plano del debate político, la caída puede facilitar la financiación a quienes buscan endeudarse para comprar y antes no cumplían los requisitos exigidos por la banca, pero a su vez existe el riesgo de que el aumento de la demanda anime los precios y neutralice la ventaja financiera del ahorro en intereses.
Los efectos colaterales exceden el ámbito de los préstamos. Pagar menos en las cuotas mensuales o cambiar un alquiler prohibitivo por una hipoteca menor implica más dinero en el bolsillo de los hogares y, por tanto, más margen para consumir y animar la economía.
La moderación de la inflación por debajo del 2% objetivo del Banco Central Europeo, algo que no ocurría desde junio de 2021, y la creciente inquietud por las mediocres tasas de crecimiento económico en la zona euro, especialmente en Alemania, están respaldando una política monetaria más laxa y, con ella, la caída del principal indicador hipotecario, cuya tendencia está siendo meteórica: el pasado 9 de septiembre rompió la barrera psicológica del 3% tras casi dos años por encima, y ahora está a tiro de piedra del 2,5%.