El euro, en su máximo anual, anticipa recortes de tipos por parte de la Reserva Federal
El euro ha alcanzado su valor más alto en lo que va de año, impulsado por las expectativas de que la Reserva Federal (Fed) comience a recortar los tipos de interés, ya que los precios empiezan a mostrar señales de moderación. Este miércoles, la moneda única se intercambiaba a 1,103 dólares tras subir un 0,3%, su punto más alto desde enero de 2023.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) de julio, publicado este miércoles, se situó en el 2,9% interanual, una décima menos que el mes anterior, lo que despeja las dudas sobre un posible repunte que habría presionado a la Fed a mantener la estricta política monetaria que ha mantenido los tipos altos durante casi dos años.
Perspectivas de recortes de tipos
Los analistas creen que este último dato es el argumento definitivo que necesita el regulador para trazar una senda de recortes. "Ante la ausencia de un repunte inesperado en el informe de hoy, parece que la senda para un recorte en septiembre está despejada", considera Bret Kenwell, analista de inversiones de eToro. Kenwell da por sentados los descensos de tipos y se centra en otra cuestión: "Ya no se trata de si la Fed bajará los tipos o cuándo lo hará, sino de si lo hará en 25 o 50 puntos básicos".
Los mercados de futuros también prevén recortes. Dan una probabilidad del 56% a un recorte de 25 puntos básicos (que dejaría los tipos en un rango del 5% al 5,25%) y del 43% a un recorte de medio punto. Estas perspectivas se han moderado en apenas una semana. Hace siete días, el mercado otorgaba una probabilidad del 70% a un recorte de 50 puntos básicos y un 30% a uno de 25.
Este cambio de perspectiva se debe a las reiteradas señales de que el consumo en Norteamérica podría estar retrocediendo, sumadas a unos débiles datos de empleo. Estos datos son suficientes para que los inversores reafirmen sus estimaciones de que el banco central actuará en su próxima reunión para evitar que se materialicen los temores de recesión.
De aquí a cierre de año, el mercado espera 100 puntos básicos de recorte en Estados Unidos, pero las expectativas para la eurozona son más tímidas, de apenas 70, después de que el Banco Central Europeo (BCE) ya redujera las tasas en un cuarto de punto en junio.
El euro se fortalece
Las recientes subidas salariales en Alemania, la economía más fuerte de la eurozona, podrían condicionar al banco central en lo que queda de año. Se espera que los salarios negociados se disparen un 5,6% en 2024, según datos publicados este martes por el WSI, un centro de estudios sindicales de Berlín. De producirse, el aumento de las remuneraciones, en términos reales, sería el más rápido desde el año 2000.
Este panorama desincentiva la demanda de dólares en el mercado de divisas y apuntala el valor del euro. La divisa europea recupera así los niveles de los que se había alejado a finales de 2022, cuando los diferentes ritmos de subida de tipos por parte de los bancos centrales, la guerra en Ucrania y el temor a una recesión llevaron prácticamente a las dos grandes divisas a la paridad.
Desde entonces, los intentos por enfriar las economías encareciendo el precio del dinero han marcado el ritmo de la batalla entre las monedas, donde la mayor parte del tiempo el billete verde llevaba la delantera. La decisión de la Fed de subir tipos antes permitió al dólar revalorizarse en la mayoría de los mercados de forma anticipada. Ahora es la moneda del Club de los 27 la que toma la delantera. La divisa única ha ganado alrededor de un 2% frente al dólar desde principios de agosto, después de que el informe de empleo estadounidense de julio fuera más débil de lo previsto y provocara que los operadores aumentaran sus apuestas sobre los recortes de la Fed.
Analistas como Francesco Pesole, de ING, estiman que el tipo de cambio alcance los 1,12 dólares por cada euro, "gracias a un diferencial de tipos más ajustado y a la estabilización del sentimiento de riesgo".