El Gobierno baraja recuperar la subida del impuesto al diésel con la norma para extender el gravamen energético

El Ejecutivo y sus socios acuerdan prorrogar el gravamen a las energéticas a través de un proyecto de ley y con deducciones verdes de hasta el 90%. La subida del gasóleo, por ahora rechazada, aumentaría los ingresos en 1.000 millones de euros.

El Congreso de los Diputados ha aprobado parcialmente este jueves la reforma fiscal del Gobierno, lo que confirma la puesta en marcha de varios cambios importantes, pero también deja en el aire otras incógnitas que se irán resolviendo a medida que avancen las nuevas negociaciones. Las principales son qué pasará con la extensión del impuesto a las grandes energéticas y con la posible equiparación fiscal del diésel a la gasolina. El primero es un compromiso al que llegó in extremis el Ejecutivo con sus socios habituales para salvar el paquete fiscal, mientras que el segundo le cayó por sorpresa al Ministerio de Hacienda pocos minutos antes de la votación, cuando Podemos rechazó para sorpresa de todos la equiparación.

El impuesto a las energéticas, caballo de batalla de la negociación

La prórroga del gravamen a las grandes eléctricas, gasistas y petroleras ha sido el gran caballo de batalla de esta negociación, que se ha prolongado durante varias semanas y ha estado a punto de descarrilar y de poner en un brete al Gobierno más de una vez. En un primer momento, el PSOE pactó con Junts y con el PNV la eliminación de la tasa a cambio de mantener la que afecta a la banca y de echar a rodar otras iniciativas tributarias. Sin embargo, los socios de la izquierda (ERC, EH Bildu, BNG y Podemos) la convirtieron en línea roja y amenazaron con tumbar todo el plan si no se prolongaba. El riesgo cobró fuerza en la Comisión de Hacienda celebrada el lunes, cuando se rozó la tragedia. En un ejercicio de malabarismo que se dilató hasta el jueves antes de la votación, el PSOE logró que Podemos, el último socio a convencer, diese su visto bueno al conjunto del plan a cambio de un compromiso para la extensión del tributo.

Así, en los próximos días el PSOE constituirá una comisión negociadora con los socios habituales para intentar dar forma a una proposición de ley antes del 31 de diciembre —cuando decae el gravamen vigente— que contenga la prórroga de la tasa sectorial y que incluya jugosas deducciones a las inversiones verdes, que podrían llegar a ser del 90%, según trasladan fuentes conocedoras. En esa norma, Hacienda estudiará si recupera la subida fiscal al diésel, una medida que justifica por temas medioambientales y con la que se recaudarían más de 1.000 millones de euros al año. Esta iniciativa, pactada en un primer momento entre el PSOE, Junts y el PNV, sería apoyada por los socios de la izquierda si se confirma el impuesto a las energéticas y, así, la carga de la descarbonización se reparte entre empresas y hogares.

La subida del diésel, en el aire

La medida, tal y como estaba planteada, suponía equiparar el trato fiscal del gasóleo a la gasolina, lo que en la práctica implica encarecer en unos 11 céntimos cada litro repostado —unos seis euros más por depósito, de media—. Según previsiones de la Autoridad Fiscal hace unos años, la recaudación rondaría los 2.000 millones de euros. Sin embargo, en la propuesta del Gobierno quedaba fuera el diésel profesional, lo que, sumado a la pérdida de peso de estos vehículos en el parque automovilístico, dejaría los ingresos ahora en los 1.000 millones.

En el ministerio que dirige la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, confirman que estudiarán esta posibilidad durante los próximos días. Hay cierto margen de calendario, ya que el impuesto energético actualmente vigente está operativo hasta el 31 de diciembre y el compromiso con los socios es llegar a un consenso antes de entonces. Si el acuerdo no se lograra, el Gobierno aprobaría previsiblemente un real decreto ley con la prórroga para el año 2025.

Una vez recibida la luz verde del Parlamento, en Hacienda celebraron sin disimulo un apoyo de los socios que hace unos días parecía imposible. No en vano, y a la espera de lo que suceda con el gravamen energético y con el diésel, en el Gobierno se aseguran varios miles de millones en recaudación y en recursos que no se perderán gracias a ajustes técnicos que fueron validados en el Congreso.

El gravamen bancario, que será progresivo y tendrá un tipo máximo del 7% a partir de los 5.000 millones de ingresos, dejará una recaudación de más de 1.500 millones. La subida fiscal al tabaco dejará otros 500 millones. A ello se le suman, entre otras novedades, 6.000 millones que no se perderán gracias a los ajustes técnicos que corrigen la reforma en sociedades del exministro de Hacienda Cristóbal Montoro, y otros 2.600 millones en nuevos ingresos gracias al tipo mínimo del 15% a las multinacionales. Además de ello, aseguran desde Hacienda, el paquete “cumple con el plan fiscal enviado a la Comisión Europea y con la reforma fiscal comprometida en el Plan de Recuperación, que permitirá recibir 7.200 millones de euros de fondos europeos”.

Declaraciones de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero

"En los próximos días estudiaremos la posibilidad de recuperar la subida fiscal al diésel, una medida que justificamos por temas medioambientales y con la que se recaudarían más de 1.000 millones de euros al año".

Fuentes

  • Sempere, P. (2023, 23 de noviembre). El Gobierno estudia recuperar la subida fiscal al diésel con la norma para extender el impuesto energético. El País.