El Gobierno muestra su contundente rechazo a la OPA hostil del BBVA sobre Banco Sabadell

El Gobierno español ha reaccionado con dureza al anuncio de BBVA de lanzar una oferta pública de adquisición (OPA) hostil sobre Banco Sabadell. Fuentes del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa han lamentado la operación "tanto en la forma como en el fondo" y han advertido de una serie de graves consecuencias sobre el sistema financiero español.

En concreto, el Ejecutivo señala tres posibles efectos negativos de la fusión: un aumento de la concentración, un mayor riesgo para la estabilidad financiera y un impacto negativo sobre la cohesión territorial. Además, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha calificado la operación de "contraria a los intereses de nuestro país" y ha asegurado que "destruiría mucho empleo, provocaría exclusión financiera y más oligopolio".

Preocupación por el aumento de la concentración

El Gobierno teme que la fusión entre BBVA y Sabadell aumente la concentración en el sector bancario español, lo que podría tener un impacto negativo en el empleo y en la prestación de servicios financieros. Actualmente, las tres grandes entidades (Santander, CaixaBank y BBVA) controlan más del 70% del mercado de crédito y de depósitos. Si se fusionaran BBVA y Sabadell, esta concentración aumentaría aún más, dejando a un puñado de entidades medianas a gran distancia de las tres grandes.

Riesgo para la estabilidad financiera

El Ejecutivo también advierte de que la fusión podría introducir un riesgo potencial adicional para la estabilidad financiera. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ya mostró ayer su preocupación al respecto.

Impacto sobre la cohesión territorial

Por último, el Gobierno teme que la fusión tenga un impacto negativo sobre la cohesión territorial. Tanto BBVA como Sabadell tienen una fuerte presencia en determinadas zonas de España, y su fusión podría provocar un cierre de oficinas y una disminución de los servicios financieros en esas zonas.

En definitiva, el Gobierno español muestra su contundente rechazo a la OPA hostil del BBVA sobre Banco Sabadell y advierte de las graves consecuencias que podría tener para el sistema financiero español.