Los coleccionistas adinerados encuentran en los relojes Rolex nuevos y antiguos una inversión lucrativa, con modelos como el GMT "Pepsi", "Coke" y "Sprite", que reciben nombres jocosos por los colores de su bisel. Mientras que los expertos en relojería admiran estos lujos desde la distancia, el mercado de segunda mano de los Rolex está alcanzando precios exorbitantes, creando una paradoja donde los aficionados aspiran a poseerlos, no solo para ser ricos, sino para aparentarlo.

El mercado de los Rolex

El mercado de los relojes Rolex de segunda mano está experimentando un auge, con precios que superan los de los modelos nuevos. Esto se debe a su valor como inversión, ya que los modelos clásicos y raros pueden revalorizarse con el tiempo. Además, existe un indicador dedicado llamado Subdial 50 que rastrea las fluctuaciones de precios de los cronógrafos.

Los coleccionistas ávidos están dispuestos a pagar sumas exorbitantes por estos relojes, y los especuladores observan atentamente el mercado, esperando el momento oportuno para vender y obtener ganancias. Sin embargo, la mayoría de los expertos en relojería se contentan con observar desde la distancia, ya que nunca podrán permitirse poseer uno de estos lujosos accesorios.

El sueño de la vivienda propia

En contraste con el opulento mundo de los coleccionistas de Rolex, muchos ciudadanos enfrentan la lucha diaria de encontrar una vivienda asequible. En Madrid, a pesar de la existencia de zonas con viviendas disponibles por menos de 200.000 euros, la amenaza del desalojo y la falta de opciones asequibles atormentan a los inquilinos.

Como resultado, muchas personas sueñan con comprar una propiedad, pero la realidad del mercado hace que este sueño parezca inalcanzable. Los barrios obreros, una vez considerados infraviviendas, ahora se han convertido en valiosos activos, lo que subraya las ironías de la vida y la creciente desigualdad en la sociedad.

Conclusión

La búsqueda de riqueza y estatus a través de bienes materiales puede llevar a extremos, como el coleccionismo extravagante de relojes Rolex. Mientras tanto, el sueño de la vivienda propia se vuelve cada vez más esquivo para los ciudadanos comunes. Esta dicotomía refleja las disparidades económicas y sociales que existen en nuestra sociedad actual.