El oro se dispara hacia los 3.000 dólares, impulsado por las tensiones comerciales
El oro sigue al alza, marcando nuevos máximos y apuntando a los 3.000 dólares la onza, impulsado por las tensiones comerciales y las compras de los bancos centrales. La reciente escalada de las tensiones arancelarias entre Estados Unidos y China ha creado un clima de incertidumbre en los mercados, lo que ha llevado a los inversores a buscar activos refugio como el oro.

Repercusiones de los aranceles de Trump
Las políticas proteccionistas de la administración Trump han contribuido significativamente a la subida del oro. En 2018, cuando Trump impuso aranceles a las importaciones de acero y aluminio, el precio del oro se revalorizó casi un 50% en dos años. La incertidumbre actual sobre el alcance de las nuevas medidas arancelarias está impulsando aún más la demanda de oro.

Los bancos centrales impulsan la demanda
Además de las tensiones comerciales, las compras de los bancos centrales también están alimentando la subida del oro. Los bancos centrales de todo el mundo han aumentado sus reservas de oro como medida de diversificación de activos y protección contra la inflación. China, India y Turquía son algunos de los países que han liderado este aumento de la demanda.

Cambio de política en China
El reciente anuncio de China de que permitirá a las aseguradoras invertir en oro es un importante cambio de política que podría impulsar aún más la demanda. Este cambio convierte al oro en el primer producto básico en el que pueden invertir las aseguradoras chinas, lo que podría liberar importantes fondos para inversiones en oro.
Perspectivas sobre el precio
Los analistas prevén que el oro siga subiendo en 2025, con algunos incluso hablando de la posibilidad de que alcance los 3.000 dólares antes de lo previsto. La demanda física sigue siendo fuerte y la oferta es limitada, lo que crea condiciones favorables para que el oro continúe su ascenso.
Conclusión
El oro sigue siendo un activo refugio muy demandado en el actual clima de incertidumbre económica y tensión geopolítica. Las tensiones comerciales y las políticas de los bancos centrales seguirán impulsando la subida del oro en el futuro previsible.