El peso mexicano ha sido tanto una medalla de oro como un motivo de ira desde que Andrés Manuel López Obrador ganó las elecciones presidenciales en 2018. Inicialmente, funcionó como un amortiguador de los choques generados por su Gobierno y mantuvo una apreciación sostenida que el presidente presumió como un éxito propio.

El peso mexicano, un activo volátil

Sin embargo, tras la victoria del partido oficialista en el Congreso, gran parte de esas ganancias se han perdido y los mercados han vuelto a ser objeto de críticas por parte del presidente. El peso es la moneda preferida de los operadores del mercado para hacer apuestas no relacionadas con México, lo que la hace sensible a eventos globales como el Brexit.

No obstante, los eventos domésticos suelen tener un impacto menor en el peso. Durante la actual Administración, los cambios de secretarios de Hacienda y la aprobación de una reforma a la Ley del Banco de México no afectaron significativamente al tipo de cambio.

El peso mexicano bajo el gobierno de López Obrador

Sin embargo, la historia ha sido diferente con López Obrador. Antes de tomar el poder, la cancelación del proyecto del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México provocó una depreciación del 2% del peso en pocas horas, una señal de que su Gobierno sería confrontativo con el sector privado.

Posteriormente, se produjo un episodio de apreciación entre 2021 y abril de 2022, impulsado por las remesas, la inversión extranjera y los instrumentos financieros. El presidente atribuyó esta fortaleza a la confianza de los mercados en su Gobierno, aunque los analistas la relacionaron con factores externos.

Este episodio terminó hace tres semanas, cuando el partido oficialista ganó la mayoría en el Congreso. López Obrador busca reformar el poder judicial para que los jueces sean elegidos por votación popular y eliminar los órganos autónomos.

La reacción del peso a las reformas propuestas

Esta posibilidad ha generado nerviosismo entre los inversionistas, lo que ha llevado a una pérdida del 8,1% del peso desde las elecciones del 2 de junio. Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, advirtió que la reforma al poder judicial podría hacer que el dólar cotizara a 20 pesos, dependiendo de la aversión al riesgo.

La aversión al riesgo también se reflejó en la subasta de bonos del Gobierno con vencimiento a 30 años, que se cotizaron a una tasa históricamente alta de 10,16%. Los economistas de Capital Economics pronostican una depreciación del peso hacia finales de año.

Factores que influyen en el futuro del peso

La poca producción de Petróleos Mexicanos y la posibilidad de que Donald Trump gane la presidencia de EE. UU. en noviembre son factores que Capital Economics considera que sobrevaloran al peso.

"Nos esperan meses con mucha volatilidad", advierte Siller, "porque en julio viene la convención nacional republicana donde Trump ya quedaría como el candidato a la presidencia y podría empezar a hablar en contra de México. Después, el 1 de septiembre llega la nueva legislatura en donde se podrían aprobar estas reformas y el 1 de octubre toma posesión Sheinbaum".

Siller concluye que la aversión al riesgo podría comenzar a disminuir a partir del 1 de octubre, cuando una nueva administración podría suavizar la forma en que se plantean las reformas.