El Partido Popular tumbó el decreto de pensiones para debilitar al Gobierno
El Partido Popular (PP) ha decidido tumbar el decreto de pensiones que incluía la revalorización de las prestaciones para 12 millones de jubilados, poniendo como prioridad la estrategia de visibilizar la debilidad del Gobierno, a pesar del riesgo de desgaste entre los pensionistas.
Un movimiento calculado
Según fuentes de la dirección popular, la idea desde el principio era votar en contra del decreto, pero el PP solo hizo público su voto negativo hasta después de que lo hiciera Junts, cambiando el escenario si el voto del PP fuera decisivo, como finalmente ocurrió. El PP calibró su decisión y terminó priorizando la estrategia de visibilizar la debilidad del Gobierno, que sufre una nueva derrota parlamentaria.
Equilibrios internos
Algunos dirigentes y diputados del PP cerraron filas con el arriesgado movimiento, pero no sin incomodidad y tratando de hacer equilibrios. Argumentan que son la oposición y no están obligados a convalidar los decretos del Gobierno, cuya estrategia pasa por retratar el supuesto caos de un Gobierno que no puede gobernar.
Fricción con los pensionistas
Sin embargo, el PP es consciente del riesgo de desgaste entre los pensionistas por haber impedido con su voto que sus prestaciones se revaloricen. Para tratar de evitarlo, han registrado una proposición de ley para revalorizar las pensiones, aunque su tramitación se demorará semanas y, según el Gobierno, no impedirá que los jubilados reciban una prestación más baja en febrero.
Presiones de Vox
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, también tiene la presión de Vox, que había anunciado de antemano su voto en contra y había instado a los populares a no ejercer de salvavidas del Gobierno.
La estrategia del PP
Ante el tira y afloja de Junts con el Gobierno, el PP ha decidido guiar su estrategia sobre la máxima de no salvar al Ejecutivo en las votaciones en las que los independentistas catalanes se descuelguen. El PP quiere insistir con el mensaje de que esta es una legislatura ingobernable, pero reconocen que el Gobierno puede aguantar a pesar de ello hasta dos años más.
Una decisión controvertida
Pese al cierre de filas, el movimiento ha desconcertado a algunos en las filas populares, que habían apostado por la tesis de que iban a abstenerse. El PP justifica su decisión alegando que la responsabilidad es de Sánchez y que su proposición de ley sirve para "salvar" el problema de la revalorización de las pensiones.