El precio del aceite de oliva continúa su escalada y se sitúa un 110% por encima de hace dos años
A pesar de las lluvias caídas en los últimos meses y de la previsión de recuperación de la producción, la falta de existencias para finalizar la campaña actual anticipa una tendencia alcista en los próximos meses. Según Juan Luis Ávila, responsable de la sectorial del Aceite de Oliva de Coag, "nos enfrentamos a una situación inédita en lo que va de siglo, con un 'stock' cero que abre un escenario de posibles subidas del precio del aceite de oliva hasta la llegada de la nueva cosecha en octubre o noviembre".
Los datos de la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) revelan que en abril se registraron unas salidas de 96.000 toneladas de aceite de oliva, incluidas las importaciones. De mantenerse este ritmo, el sector se enfrenta al año con las existencias más bajas de "oro líquido".
El descenso de precios, insuficiente
Los pronósticos del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que auguraba una caída de las cotizaciones con la llegada de las lluvias, han quedado lejos de la realidad. Desde el inicio de la campaña, el descenso de los precios ha sido de apenas un 7,2% de media.
Ante esta situación, Ignacio Silva, consejero delegado de Deoleo, admite que "al menos hasta septiembre no relajarán los precios". El Ministerio de Agricultura muestra su preocupación por este "tobogán de producción y de precios" de las dos últimas campañas, por su impacto en el consumo y como elemento inflacionista en la cesta de la compra. El ministro Planas ha hecho un llamamiento a todos los eslabones de la cadena alimentaria para "actuar con responsabilidad" en la formación de los precios del aceite.
El aceite de oliva, resistente a las adversidades
A pesar de las excepcionales dos últimas campañas, marcadas por la baja producción derivada de la sequía (666.000 toneladas en la 2022-23 y 853.000 en la actual), el aceite de oliva demuestra su resistencia y la fidelidad de los consumidores. "La cifra de comercialización del último mes demuestra la fortaleza del aceite de oliva y la fidelidad de los consumidores", señala Cristóbal Cano, responsable del Aceite de Oliva de la UPA.
Aunque la escalada de precios ha afectado al consumo, finalmente lo ha hecho de forma más leve de lo previsto inicialmente. Desde Asaja, inicialmente temerosos por el desabastecimiento del mercado, ahora son menos pesimistas. Luis Carlos Valero, gerente y portavoz de Asaja en Jaén, pronostica que, de mantenerse el ritmo de salidas, "el enlace para la próxima campaña estará entre las 170.000 y las 200.000 toneladas", y considera que el ritmo actual de comercialización de aceite de oliva "se está adecuando al mercado".
Preocupación internacional y desafío del cambio climático
La situación de volatilidad de los precios del aceite también preocupa al Consejo Oleícola Internacional (COI), aunque su director ejecutivo, Jaime Lillo, destaca el aumento del consumo en países no tradicionales como Estados Unidos, Japón o Australia. En una conferencia en Jaén, Lillo planteó una reflexión sobre si el precio actual del aceite de oliva virgen extra (aove), el de mayor calidad, es caro o no, teniendo en cuenta sus propiedades saludables. "Con un consumo medio de 10 kilos de aceite por habitante y año, no es elevado el precio que se paga por el aceite", indicó, aunque el aove llegó a superar los 11 euros por kilo al inicio de campaña.
Lillo recalcó que el principal desafío del sector oleícola es hacer frente a la sequía y al cambio climático. "Estamos fallando en dar respuesta al desafío del cambio climático", dijo.