El precio del petróleo ha moderado la fuerte subida inicial con la que reaccionó a un ataque sobre Irán atribuido a Israel. El precio del barril Brent, referencia en Europa, se cotiza a 88,2 euros, un 1% por encima del nivel que marcaba en la noche de ayer. Sin embargo, durante la madrugada alcanzó los 90,75 dólares, después de conocerse que las defensas aéreas iraníes se activaron. Funcionarios de varios países occidentales han confirmado a distintos medios que se trata de una operación realizada por Israel.
Los medios iraníes, por su parte, han restado importancia al impacto de los ataques, lo que ha mitigado el nerviosismo de los mercados. La agencia de noticias semioficial Tasnim desmintió las informaciones y afirmó que la instalación nuclear de Isfahan estaba a salvo. Según Reuters, la república islámica no prevé responder de inmediato.
Tensión entre Irán e Israel
El ataque de Israel se produce en respuesta a un ataque con drones y misiles lanzado por Irán el sábado pasado sobre Israel. El ataque de Irán apenas tuvo consecuencias gracias a la eficacia de las defensas de Israel y sus aliados. Sin embargo, el precio del Brent escaló durante esta semana hasta más de los 90 dólares ante el temor a que la respuesta israelí provocara un conflicto más amplio que podría poner en peligro el suministro de crudo.
El mercado, de hecho, esperaba una respuesta israelí al ataque de la semana pasada, que a su vez responde al asesinato de varios militares iraníes de alto rango en un edificio consular en Siria. Teherán había advertido a Tel Aviv contra un ataque a sus instalaciones nucleares.
Impacto en el mercado del petróleo
El mercado del petróleo está muy pendiente de la escalada de tensión entre los dos países. Los volúmenes de negociación se dispararon durante esta madrugada, con el intercambio de unos 470.000 contratos de Brent y 370.000 de West Texas Intermediate en Singapur, mucho más de lo habitual, según Bloomberg. También se negociaron más contratos de opciones de lo habitual.
Los analistas de RBC Capital Markets señalan que sigue destacando el mayor riesgo de que esta guerra escale. El Organismo Internacional de la Energía Atómica, dependiente de la ONU, ha afirmado que ninguna de las instalaciones nucleares de Irán han sufrido daños.